La recepción de la boda fue en un lujoso salón, todo era como de cuento de hadas, hermoso, elegante, lujoso, los invitados llegaron, la familia Di Monti, también llegó con sus dos nietos, el humor del pequeño Lucien, mejoró al ver qué sus padres estaba de lo más felices, ellos venían en una limusina
— ¡No puedo creér que hayas planeado todo esto tu solo! Lucien, ¿cómo... cómo fue que se te ocurrió hacerlo? — Angelina, quería saber todos los detalles, el CEO, abrió una botella de champaña y le sirvió una copa a ella y otra para él
— Para serte sincero, me mataba la idea de que no fueras mi esposa, sentía que no te tenía, que no te poseía por completo — ahí estaba el hombre que era brutalmente honesto, tal como su pequeño Lucien
— Te das cuenta de lo que me estás diciendo? sinceramente no sé si sentirme halagada o aventarme de la limusina en marcha para huir de ti, eso es demasiado... ¿por qué eres tan posesivo? no soy una cosa a la que puedas poseer, soy tu esposa ahora, la madre de tus hijos
— Sí, exacto, es por eso que soy tan extremo, por qué te considero mía, toda mía, solo mía, Lucien Black, no comparte, mucho menos a la mujer que ama con locura, no tengas miedo de mí, no voy a hacerte daño, solo no me traiciones, por qué si lo haces nos iremos los dos a la tumba, únicamente tienes derecho a amarme a mí, solo a mí, ¿entendiste?
Angelina, estaba sin palabras, quería hablar pero estaba tan impactada por lo que estaba escuchando de los labios de su esposo, que le costaba hacerlo
— No me puedes obligar a amarte, sigo siendo libre para elegir aunque ahora sea tu esposa — aclaró la bella CEO
— Eres mi esposa, mi mujer, la madre de mis hijos, quién intenté siquiera arrancarte de mis brazos lo destruiré, no tendrás queja de mí, seré tu amante fiel, tu dulce esposo, el padre que nuestros hijos necesitan, más si algún día quieres irte de mi lado, es mejor que borres esa idea de tu cabeza por qué tú mi amada Angelina, me perteneces, así será hasta la muerte y después de ella, ponte cómoda querida, que pasarás un largo, largo tiempo junto a mí
Lucien Black, bebió de su copa de champaña, Angelina hizo lo mismo en silencio, siempre quiso tener el amor de Lucien Black, desde que apenas era una adolescente, nunca se imaginó que el hombre tuviera una forma de amar tan posesiva, por eso dice el dicho, ten cuidado con lo que deseas, pensaba la bella novia
— Hemos llegado señores Black — el chófer de la limusina avisó a los recién casados, Angelina ya no pudo objetar nada por el momento, pero lo haría en otro momento
Apenas entraron al salón, la orquesta comenzó a tocar, Angelina recorría todo con su azul mirada, Lucien Black, pudo ver la felicidad en los ojos de su amada, eso era exacto lo que quería, hacerla feliz y casarse con ella por supuesto, como hombre no podía permitir que otro viniera y se la robara de las manos, ella era suya y se lo debía hacer saber al mundo entero
— ¿Te gusta? — preguntó el CEO, mientras sostenía de la mano a Angy
— ¡Me encanta, todo está hermoso! es increíble, Lucien, yo... no creí que tú... que tú pudieras tener este detalle tan romántico conmigo, eres el mejor esposo del mundo, el hombre que amo
— Claro que soy el mejor, todo esto fue pensado en ti, en tus colores favoritos, en las flores que más te gustan, aunque no hayas preparado tú la recepción, todo aquí grita Angelina Di Monti, el gran amor de mi vida
— ¡Por favor, que pasen los esposos Black, a la pista a abrir el baile de esta noche, les deseamos toda la felicidad del mundo — el anfitrión anunció a los nuevos esposos, Lucien llevó a Angy, a bailar, el hombre era bueno con sus movimientos, algo raro por qué no le gustaba asistir a los eventos sociales, mucho menos bailaba en ellos
La velada continuó, la pareja recibió incontables felicitaciones, también regalos muy costosos, no se esperaba menos de tan importante círculo de personalidades invitadas
Philips y Jan Pierre, habían estado ayudando en todo lo que podían a Lucien Black y a la señora Alexandra Di Monti, para que todo saliera perfecto, de no haber sido por ellos muchísimas cosas se habrían complicado, los dos parecían adonis bajados del Olimpo, super atractivos y bien vestidos en sus trajes hechos a medida
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: CARIÑO VUELVE A MI LADO