Castigado por su amor romance Capítulo 1212

Sebastian asintió de inmediato. "Bien".

Gloria apartó a Sebastian y Sabrina a un lado, y dijo con seriedad: “Sabrina y Sebastian, Aino ya tiene casi seis años. Es hora de que ustedes dos tengan un segundo hijo y luego tengan un tercer hijo”.

Sebastian y Sabrina se quedaron sin palabras.

Sabrina se sonrojó al instante. "¡Mamá! ¿De qué estás hablando?".

Gloria respondió: “¿Hay algo que no pueda decirle a mi propia hija? En mis planes no estaba vivir con ustedes porque tenía miedo de ser una carga y afectar su vida. Sin embargo, ambos han sido muy buenos y me han tratado muy bien. Entonces, pensé que podría ayudar a cuidar de sus niños, ya que no soy tan mayor ahora”.

“No le di a Sabrina una buena vida y tampoco fui de gran ayuda para ella. Decidí enviarla a la casa de su padre biológico porque quería que Sabrina tuviera un futuro brillante y que pudiera asistir a la universidad. Sin embargo, hice que su vida fuera más miserable que antes”.

Sabrina sacudió la cabeza. “Mamá, fue mi padre biológico quien me hizo la vida tan miserable. Tú me diste todo el amor y todo lo que tienes, y también mi difunto papá… es mi padre más amado. A partir de ahora llevaré el apellido Scott y no Lynn”.

Después de hacer una pausa, Sabrina continuó diciendo: “Mamá, aunque tuviera otro hijo, procuraría no molestarte. Por supuesto, si extrañas a tu nieta, entonces podrías estar con ella cuando quieras, o también puedes quedarte en mi casa”.

“Solo espero que el resto de tu vida no sea tan miserable y lamentable como la primera mitad”.

“No debiste haber tenido ese destino”.

“Tienes una madre polifacética y de mente abierta. Debiste haber sido una joven de una familia eminente, pero nunca tuviste una buena vida, ni un solo día”.

“Sin embargo, mamá, solo tienes cincuenta años ahora, por lo que todavía te queda mucho tiempo de vida. Es tiempo suficiente para vivir una vida maravillosa, que es lo que necesitas”.

Sabrina realmente esperaba que su madre fuera feliz.

Tanto ella como su madre eran personas desafortunadas.

Sin embargo, su vida no fue igual.

Desde el día en que había nacido su madre, nunca había recibido ningún amor paternal. No solo eso, sino que también había tenido que ver a su padre amar a otra niña.

Sabrina era mucho más feliz en comparación con su madre.

“Mamá, enviaré a Kingston a buscarte mañana. Es mejor para ti vivir en la ciudad. Puedes ser maestra de piano para niños en tu tiempo libre, y también estarás más cerca de nosotros. También puedes disfrutar de la belleza del campo aquí durante los fines de semana”, dijo Sabrina.

"Está bien, seguiré tus planes". Gloria asintió con la cabeza.

“Mamá, nos vamos”, se despidió Sabrina de su madre.

En general, ese fin de semana había sido muy agradable.

Sabrina había probado los ravioles preparados por su madre y había disfrutado de la vida campestre con calma. A pesar de que la vida tenía momentos que no eran como ella esperaba, no importaba. A menudo había muchas cosas en la vida que simplemente no salían como uno deseaba.

Sabrina había podido reencontrarse con su madre y se sentía feliz con su familia de tres, así que estaba muy satisfecha.

De regreso al trabajo el día lunes, Sabrina estaba de buen humor.

Sin embargo, aun así, no pudo ocultar el rastro de tristeza en su rostro ante Ruth.