Castigado por su amor romance Capítulo 1237

El timbre sonó. Sabrina se sorprendió de inmediato. “Hoy es fin de semana, así que supongo que son Yvonne y Ruth”.

"¡Será mejor que no sea otro hombre!". Sebastian puso los ojos en blanco hacia Sabrina.

Sabrina lo regañó ligeramente. “Aparte de Kingston, ¿crees que podría haber otro hombre, Señor?”.

Después de decir eso, se levantó para abrir la puerta.

“Sabrina, vine para pedirte un favor”. Marcus, quien estaba fuera de la puerta, sonaba muy preocupado. Sabrina se sorprendió. En el comedor, Sebastian y Aino también estaban atónitos. Sabrina se dio la vuelta para mirar al dúo de padre e hija, entonces miró a Marcus con seriedad. "Pri-primo M-Marcus, ¿qué pasa?".

Marcus tenía una expresión preocupada. “Sabrina, ¿puedes… ayudarme a convencer a Yvonne?”.

Sabrina lo miró desconcertada.

“Yvonne me está ignorando, e insiste en terminar conmigo…”.

Sabrina sonrió con calma. “Primo, tú e Yvonne aún no están casados. Ella tiene derecho a elegir. Además, vienes de una familia rica. Tal vez a Yvonne no le guste tanto la idea de estar en una familia rica...".

Marcus sonrió con amargura. “Sabrina, después de tantos años, sabes cómo es mi carácter. Desde que estoy enamorado de Yvonne, ya no la desprecio. Ahora, es Yvonne quien me desprecia. Han pasado tantos años, debes saber que mi carácter es muy bueno, ¿verdad?”.

Marcus tenía razón. Su carácter no era malo. A pesar de todo, el Viejo Amo Shaw había criado muy bien a su nieto. Marcus era serio, responsable, fiel y nunca irrespetuoso con las mujeres. De hecho, era extraño ver a un hombre así.

“Sabrina, pensé en llamarte, pero sentí que sería poco serio, así que vine a hablar contigo sobre este asunto personalmente. Si Yvonne acepta, podemos solicitar nuestra licencia de matrimonio y casarnos de inmediato. Le daré una boda que hará que otros la envidien”.

“Sabrina, tengo miedo de casarme con alguien de la familia Shaw. Es decir, un hombre tan viejo es capaz de poner sus manos sobre su propia carne y sangre. Me di cuenta de los patrones excéntricos del anciano".

"¿Patrón, qué patrón?", preguntó Ruth con curiosidad.

“Verás, cuando el anciano era más joven, amaba mucho a la sobrina de su esposa, pero fue muy cruel con su propia hija biológica. Más tarde, cuando envejeció, amaba a Mindy como a su nieta, pero ni siquiera reconoció a su propia nieta, a pesar de estar muy cerca de ella. Después de eso, reconoció a alguien como su nieta, pero lo hizo con la falsa. ¿Crees que ese viejo tiene algún tipo de trastorno? ¡Él ama hasta sus huesos a aquellos que no llevan su sangre! Por ejemplo, Selene Lynn. En cuanto a las personas de su propia sangre, él intenta matarlas. Por ejemplo, tú, Sabrina. Ni siquiera pretendió perdonar a Aino”, se quejó Yvonne.

Las tres mujeres estaban charlando, y nadie prestó atención a donde estaba Aino en este momento.

“Aino, ¿dónde está Aino?”. Sabrina miró a su alrededor, pero ella no estaba por ningún lado.