Castigado por su amor romance Capítulo 1281

Tres mujeres eran todo lo que se necesitaba para divertirse. Pidieron sushi de atún, sushi de queso con mango y sushi de camarones acompañados de tres botellitas de sake suave. Esa tarde, las tres charlaban mientras bebían su sake y eso era bastante divertido.

“Ahora la única que falta es Jane”, dijo Yvonne.

“No estoy segura si el Tío de Ryan volverá a encontrar a la Tía Jane. Yo también la extraño. Si la Tía Jane no puede casarse con la familia Poole y yo tengo que hacerlo sola, una pequeña chica explosiva como yo todavía estaría asustada”.

“Él no encontró nada esta vez. Siento que Jane podría no querer volver. De lo contrario, no se habría escondido de Alex una y otra vez”, comentó Sabrina, sonando como si estuviera aliviada.

Tanto Yvonne como Ruth la miraron e Yvonne preguntó: “Sabrina, ¿no dijiste que Jane está embarazada? ¿Qué va a hacer si no regresa?”.

“Hay un montón de hombres estupendos por ahí, así que no tiene que conformarse con Alex”. Sabrina sonrió. Hizo una pausa antes de continuar: “Jane fue la mujer que había estado con él durante más de seis años, que había pasado por múltiples abortos hasta el punto de que su cuerpo ya no era capaz de soportarlo, y también fue la misma mujer a la que él echó con nada más que unas pocas palabras”.

“Eso es cierto. Alex fue muy, muy despiadado en ese momento”, dijo Yvonne con tristeza.

“Cuando la quería, la tenía cerca para que hiciera las tareas de la casa, para que se acostara con él y para dejarla embarazada y hacerla abortar una y otra vez; cuando ya no la quería, ¡él la echó de su casa personalmente! ¡Qué broma de hombre! ¿Por qué ella debería regresar? ¿Acaso ella no podría encontrar otro hombre en este mundo?”.

Las palabras de Sabrina hicieron que sus dos amigas asintieran con la cabeza.

“¡Así es! Ya que él la echó, ¿por qué ella regresaría de nuevo? ¡No lo hará! ¡Ni siquiera si envías un tanque para arrastrarla de vuelta! El niño en su vientre no tiene nada que ver con él. ¡Es legítimamente suyo! ¡Ja!”, afirmó Yvonne mientras se golpeaba el pecho con orgullo.

Ruth también estaba furiosa. “El Tío de Ryan, Alex, se va a enojar mucho. ¡Debe sufrir de remordimientos por el resto de su vida mientras su hijo llama papá a otra persona!”.

Las tres mujeres no bebían tan a menudo y, en las raras ocasiones en que bebían sake, a pesar de su bajo contenido alcohólico, terminaban mareadas. Justo cuando las tres estaban expresando sus ideas, sonó el teléfono de Sabrina. Ella lo sacó para echar un vistazo y descubrió que era Marcus quien la estaba llamando.