Castigado por su amor romance Capítulo 1282

Sabrina se congeló. “¿Qué mujer?”.

Marcus explicó inmediatamente: “Sabbie, esto es culpa mía. Esa… Esa prima mía, Lori… Ella trabaja para una firma financiera. De alguna manera se las arregló para convencer a mi padre, tu tío”.

“…”.

Ella se molestó instantáneamente tan pronto escuchó el nombre de Lori.

“No sé qué le dijo a mi padre, pero mi padre le dio mi tarjeta de presentación. Entonces se llevó mi tarjeta de presentación y se fue al Grupo Ford, diciendo algo sobre discutir inversiones”.

“…”. Sabrina se fue disparada a la velocidad del rayo ante sus palabras.

“¡Sabrina, Sabrina!”. Yvonne la llamó.

Sabrina ya había llegado a la entrada. Miró hacia atrás y les dijo a Yvonne y a Ruth: “¡Ayúdenme a informarle a la oficina que necesito medio día libre!”.

Después de eso, ella se fue. Tomó un taxi y fue directamente al Grupo Ford. Sabrina siempre había querido ir a la compañía de Sebastian. Sin embargo, aunque ella era la verdadera Señora Ford de la que Sebastian ya había hecho un anuncio público, no sabía nada sobre el funcionamiento de su compañía; además, tenía su propia profesión en la que concentrarse. Él era completamente capaz de administrar su imperio por su cuenta, y como su mujer, no quería causar ninguna influencia negativa a su hombre.

Media hora después, Sabrina llegó al Grupo Ford. Dado que rara vez la visitaba, no muchos en el Grupo Ford sabían quién ella era.

Sabrina avanzó con sus tacones a un ritmo rápido, pero la recepcionista la detuvo.

“Señora, ¿puedo saber a quién está buscando?”.

“¡Sebastian Ford!”.

La recepcionista se interpuso en su camino, decidida. “¡Lo siento, señora! ¡El Director Ford no tiene tiempo para atender a nadie que venga a verlo! ¿Tiene una cita?”.

“Llama a Kingston”, le dijo Sabrina a la recepcionista, “y dile que es Sabrina”.

“Oh, querida, ¿quién demonios es esta mujer? ¿Cómo se atreve?”.

“No lo sé”.

“¿Qué pasa con la de ahora, entonces?”.

“El aura de esta no es tan poderosa como la de antes. Esta parece una mujer común, pero probablemente también sea alguien importante, porque el Asistente Yates la dejó entrar de inmediato”.

“¡Ja!”. La empleada estaba a punto de quedarse dormida hace un momento, pero los chismes la revitalizaron de inmediato. “¿Eso significa que nos espera algún drama? Caray, nunca hubo ningún tipo de rumor sobre el director antes o después de casarse. Supongo que esta vez, las cosas realmente están a punto de empeorar”.

“Silencio. El director odia escuchar rumores sobre él en la compañía. Ten cuidado o te cortará la lengua”, le recordó la recepcionista a la empleada.

“Ohhh, lo sé. Solo observaré en silencio. Llámame cuando pase algo”.