Castigado por su amor romance Capítulo 1309

Al ver que las dos murmuraban entre sí, cabezas inclinadas juntas, Lori resopló de repente con desprecio. “Marcus, tus parientes son muy divertidos”.

Luego, Lori volvió a mirar a Ruth y dijo, sonando como si fuera la dueña de la casa: “Hola, ya que eres la prima de mi primo, eso significa que también eres mi prima. Permíteme presentarme; mi nombre es Lori Gibson. Acabo de regresar del extranjero. Lo siento, prima, no te traje un regalo hoy”.

Ruth: “…”. Quedó sin palabras, rascándose la cabeza con torpeza.

“¡Cobarde!”, la reprendió Yvonne. Entonces, Yvonne se rio con frialdad y miró a Lori. “¡Lo siento, pero estás tratando de comprar a la persona equivocada! Si quieres unirte a la familia Shaw, primero tendrás que pasar por mí, ¡la novia de tu primo!”.

Lori levantó una ceja. “Mm… Me mudaré a la residencia de la familia Shaw hoy…”.

“¡No! ¡Te irás por donde viniste!”, gritó Yvonne de ira. La forma en que se veía con la mano en la cadera, como una loca, estaba por encima de Ruth.

Lori sonrió casualmente, complacida de que parecía tener la ventaja.

A su lado, Sabrina se dio cuenta de que sus dos amigas solo tenían una lengua afilada, pero en términos de trucos y esquemas, incluso con ellas dos juntas, no eran ni tan hábiles como Lori.

Entre las tres mejores amigas, Sabrina era la más tranquila y la que no se enojaba fácilmente. Tiró de sus dos amigas. “Muy bien, basta, cálmense. Se ven feas cuando están enojadas. Vamos, vayamos a la oficina. Para el almuerzo de hoy vamos por una comida saludable. ¡Yo invito! Vamos, vayamos a trabajar”. Arrastró a sus dos amigas detrás de ella y se fueron.

Cuando estaban esperando el elevador, le dijo a Ruth casualmente: “Ruth, ¿no lo ves? Tus palabras no le hacen nada. Tiene la piel demasiado gruesa”.

Yvonne añadió: “Yo también me di cuenta de eso”.

Ruth miró inmediatamente a Sabrina con una mirada sincera, como si le estuviera pidiendo consejo. “Entonces, ¿qué tenemos que hacer para derrotarla? Por favor, enséñame, Sabrina”.

Al mirar a las tres mujeres que acababan de entrar al edificio, todas estaban vestidas de forma tan informal, especialmente Sabrina con sus pantalones de carga holgados, zapatillas blancas y sudadera blanca. ¡No mostraba ni una pizca de encanto femenino en absoluto!

Realmente se preguntaba qué hizo que Sebastian se enamorara de ella.

Comparada a ella, Sabrina no tenía ni una décima parte de su belleza, ni una décima parte de su gracia; ¡qué derecho tenía a casarse con Sebastian!

Lori hizo lo posible por reprimir los celos enloquecidos que fluían en su pecho y levantó la cabeza y miró a su primo, con la sonrisa aún floreciendo en su rostro. “Marcus…”.

“Mantente lejos, muy lejos del esposo de Sabrina. No intentes arruinar su maravillosa vida. ¡De lo contrario, me aseguraré de que me ruegues que te mate cuando acabe contigo!”. La expresión de Marcus se volvió fría y furiosa.