Castigado por su amor romance Capítulo 132

Selene miró a Sabrina con arrogancia. “¡Mañana!¡Yo! ¡Estaré comprometida con Sebastian! ¡Mírate! ¡No eres más que una farsante que me ha robado descaradamente a mi marido por dos meses! ¿Fuiste humillada en público por Kenton? Qué bien, ¡te lo mereces! ¡Solo odio que realmente hayas herido a ese viejo pedorro, e incluso hayas tenido a Nigel para que te protegiera!”.

“Sabrina, ya no puedes molestar a mi marido, así que, ¿decidiste causarle problemas al Joven Amo Nigel en su lugar?”.

Incluso ante tal provocación, Sabrina se obligó a tranquilizarse y le sonrió a Selene. “Felicidades por tu compromiso, como hija adoptiva de la familia Lynn, definitivamente estaré allí mañana para mostrar mi apoyo”.

“¡Cómo te atreves!”.

“¡Si no te vas ahora mismo, te juro que iré! Ya me he visto amenazada por ustedes. ¡No hay nada que no me atreva a hacer!”. Sabrina miró con severidad a Selene. “Mañana, en tu banquete de compromiso, anunciaré que el niño que llevo en mi vientre es también de Sebastian. ¡Así sabrás lo que es ser humillada!”.

“Tú…”. Selene señaló a Sabrina y gritó: “¡Realmente eres una desvergonzada!”.

“¡Será mejor que te pierdas ahora! Si no lo haces, seguramente me verás allí mañana”. Sabrina miró a Selene sin remordimientos.

Selene se dio la vuelta inmediatamente y salió huyendo de la habitación.

Aunque los dos meses previos a su compromiso con Sebastian estuvieron llenos de preocupaciones y sorpresas inoportunas, todavía era algo que Selene había estado esperando con mucha ilusión. En todo caso, no quería que Sabrina lo arruinara.

Después de su confrontación con Selene, Sabrina se sentó sola en su pequeña habitación, sintiéndose frustrada. Incluso sus lágrimas brotaron de sus ojos mientras apretaba los dientes y golpeaba la almohada con el puño. Envuelta en ira, sacó su teléfono y marcó el número de Lincoln.

Sabrina quería preguntarle a Lincoln qué tipo de rencor tenía la familia Lynn contra ella. Toda su familia había intentado lastimarla una y otra vez, pero justo después de que ella marcara el número, colgó.

No quería provocar a Sebastian, porque sabía que solo le causaría problemas a Nigel.

Después de todo lo sucedido, Sabrina solo quería quedarse junto a Nigel y vivir tranquilamente

Esa misma noche, Sabrina no pudo dormir bien.

De repente, Sabrina volvió a la realidad y su cara se tornó roja.

Miró a la vecina y le sonrió. “No es eso. Mi hermana menor se compromete hoy, pero no puedo celebrarlo con ella. El banquete se lleva a cabo en mi ciudad natal”.

La señora le devolvió la sonrisa, pero no dijo nada.

Toda esa noche fue una tortura para Sabrina, que cada vez estaba más inquieta.

Lo único en lo que podía pensar era en Selene luciendo su vestido de compromiso en un lujoso restaurante de la ciudad, aceptando cordialmente todas las felicitaciones de los invitados junto a Sebastian.

En ese mismo momento, Sebastian y Selene estaban celebrando su banquete de compromiso en un restaurante, pero el restaurante no era tan lujoso ni grandioso como Sabrina había imaginado. De hecho, era igual que cuando Sebastian y Sabrina se comprometieron.

Estaban en un restaurante pequeño, y los invitados que acudieron solo llenaban tres o cuatro mesas.