Castigado por su amor romance Capítulo 1564

Justo cuando Orla estaba hablando, recibió una fuerte patada desde atrás en su gordo trasero. Alex fue quien lo hizo. Pateó con todas sus fuerzas y Orla salió volando hacia la pared junto a la puerta.

Justo en ese momento, Huron venía caminando. Orla se estrelló contra la pared, entonces rebotó y aterrizó sobre Huron, derribándolo al suelo también. Huron estaba acostumbrado a ser arrogante en su casa, por lo tanto se sentó de inmediato y rugió: "¿Quién se atreve a causar problemas en mi territorio? ¡Te cortaré la cabeza!".

Cuando terminó su oración, vio al hombre con un largo abrigo impermeable azul marino, de pie, erguido como una torre de hierro. Su feroz mirada atravesó a Huron y inmediatamente se cayó al suelo impotente.

"A-Amo Alex, ¿cu-cuándo llegaste?", titubeó sin sentido. "No... No me dijiste, hubiera ido al aeropuerto a recibirte... No... Espera, um... No hay un aeropuerto aquí en la Ciudad del Océano Blanco...". Entonces Huron se giró hacia Cindy, quien estaba de pie detrás de Alex.

Cindy se encontraba en un estado de conmoción. Sus labios estaban pálidos y todas sus extremidades temblaban. Miró al subordinado de Alex, Garrett, y vio que este ya se había apresurado hacia Jane.

Garrett se arrodilló en el suelo y ayudó a Jane a levantarse mientras la llamaba claramente: "Señora Poole... ¡Señora Poole!".

Tanto Cindy como Huron estaban boquiabiertos. Orla, quien estaba sangrando por la boca debido a la patada que recibió de Alex, se congeló cuando la sangre fluyó por su boca y cayó sobre su espléndido vestido, el cual brillaba de una manera espléndida. Sin embargo, Orla ya no estaba en condiciones de revisar su vestido o la sangre, ya que el dolor no se lo permitía, y solo murmuró: "Tú... Tú llamaste... Tú llamaste a esta p*rra... No, no, no, ¿cómo la llamaste?”.

En algún lugar a un kilómetro de donde vivía Huron se encontraba uno de los subordinados que tenía unos pastores alemanes en la casa. Huron le pidió al subordinado que encerrara a los perros, les quitara las cadenas y se las entregara. Luego encadenó a Jane y, cuando aseguró todas las cadenas, arrojó las llaves a unos arbustos cercanos. Había olvidado dónde las había tirado exactamente, entonces, ¿cómo se suponía que las encontraría?

"¡Púdrete!". Garrett parecía estar aún más enojado que Alex. Empezó a pisotear el estómago de Huron con toda su fuerza, cada pisotón más fuerte que el anterior.

"¡Ay... ay... ay...!". Huron gimió de dolor mientras todos sus subordinados observaban desde fuera del estacionamiento, pero nadie se atrevía a acercarse para defenderlo. Esos hombres sabían, que si pudieran protegerlo, Huron se rendiría y no toleraría la paliza.