Castigado por su amor romance Capítulo 1949

Por lo tanto, Sebastian raramente bebía. Sin embargo, para hacer que su fachada desanimada fuera aún más realista, solo podía beber. Afortunadamente, todavía podía aguantar el alcohol. Era también afortunado que le había pedido a Kingston que le preparara unas pastillas para la resaca de antemano, así que no había tenido ningún problema en lo absoluto. Sin embargo, la preocupación que la pequeña niña de seis años tenía por él hizo que Sebastian se conmoviera aún más.

Era bueno tener una familia. En toda la Residencia Ford, su abuelo, su abuela, y su padre, aunque cada uno de ellos tenía una relación de sangre con él, ninguno de ellos estaba realmente familiar en el corazón de Sebastian, especialmente su propio padre biológico. Además, Aino también era considerada la nieta de Sean, pero Sean usó a Aino y la amabilidad de Sabrina para engañar al dúo de madre e hija. Como resultado, ¡Sabrina había sido rehén todo este tiempo!

Una vez pensó en esto, Sebastian claramente odiaba a Sean. ¡Él odiaba a su familia! ¡Odiaba a todos en su familia! A Henry nunca le agradó Sebastian desde la niñez, que llegó hasta un punto donde no reconocía la existencia de Sebastian.

Sin embargo, el propósito del abuelo de Sebastian estaba claro. ¡Él mantuvo las reglas de la familia Ford tan estrictas! ¡Ningúna amante podía ser traída a la familia! ¡Ella nunca podría competir con la legítima esposa! ¡Aunque estuviera embarazada, nunca debería pensar delirantemente que su estado social sería mejorado! ¡Aún si tuviera un niño, ese niño tampoco debería pensar delirantemente en heredar las propiedades de la familia Ford en toda su vida! ¡Ese niño nunca sería permitido entrar a la Residencia Ford, mucho menos heredar las propiedades! ¡Aunque tomara el apellido Ford tenía que depender si Henry accedía o no!

En ese entonces, fue bajo este tipo de humillación que Sebastian tomó el apellido Ford. En ese tiempo, Sebastian tampoco quería llevar el apellido Ford. Quería tener el apellido de su madre: Summer.

“Definitivamente recuperaré a tu mamá. Cuando llegue el tiempo, nunca seremos separados de nuevo como una familia de tres”, dijo Sebastian firmemente.

“¡Mmmm!”. Aino asintió. Luego, sonrió astutamente. “Papá, iré a ver si esa mujer terminó de bañarse”.