Castigado por su amor romance Capítulo 198

“¡Quédate ahí, zorra!”. El agudo dolor en la parte baja de la espalda le impedía levantarse, así que el hombre gritó mientras estaba sentado en el suelo. “Mujer, intenta salir de este jardín de niños y me aseguraré de que sufras por ello. La gente va a encontrar tu cadáver y el de tu hija en la calle, pudriéndose”.

La amenaza hizo que Aino se sobresaltara y su mano se congelara en la palma de su madre.

Sabrina miró a su hija, le dolía el corazón por la pequeña y la consoló: “Aino, está bien. Mamá se encargará de ellos”.

Aino asintió como respuesta y Sabrina se giró para mirar a la viciosa familia con calma. “Ahora estoy aquí, ¿qué tal si intentas hacer algo aquí? Esta es una sociedad civilizada, si tratas de dañarme un pelo, me pondré en contacto con la policía local. No solo haré eso, sino que presentaré una demanda contra este jardín de niños. He oído que su suegro patrocinó este jardín de infancia, ¿es eso cierto? ¿Y supongo que también lo hizo como una inversión? En el momento en que saque a la luz los escándalos de este lugar, estoy segura de que él va a perder cualquier beneficio potencial”.

La pareja se quedó sin palabras y Sabrina se dio la vuelta para marcharse una vez más.

“¡Espera! ¡Tengo muchos trucos bajo la manga que te harán la vida imposible!”, gritó exasperado el hombre obeso desde atrás.

“Señora Scott”, respondió Neil amablemente, “he visto su plano, la estructura es excelente y muy razonable, incluso mejor de lo que normalmente esperaría de veteranos con años de experiencia. En realidad, estaba a punto de invitarla a cenar, pero nuestra empresa ha contratado recientemente a un nuevo inversor. De hecho, hace un momento estaba en una reunión con dicho inversor. Gracias a ello, la escala de la construcción se ampliará y usted recibirá más oportunidades de utilizar su experiencia a partir de ahora. ¿Está por casualidad disponible esta noche, Señora Scott? Me encantaría invitarla a cenar para seguir hablando del tema”.

Sabrina no respondió. No era la primera vez que Neil la invitaba, y ella había rechazado al hombre en todas las ocasiones anteriores. Nunca imaginó que lo intentaría de nuevo, y mucho menos que utilizaría como excusa la ampliación del proyecto y el éxito en la captación de nuevos inversores. Sabrina no sabía cómo debía reaccionar, temía perder su trabajo si seguía rechazando su invitación, pero no quería tener nada que ver con Neil más allá del trabajo.

Habían pasado cinco años desde que se escapó de Ciudad del Sur, y en el transcurso de los diez años que había estado en Ciudad del Sur, había terminado su educación solo para acabar en la cárcel. Cuando finalmente fue liberada, se metió en otro pozo de fuego durante tres meses. La década que pasó en ese lugar parecía haberse convertido en una pesadilla viviente que perseguía a Sabrina a cada segundo de su vida.