Castigado por su amor romance Capítulo 199

Especialmente durante esos tres meses. Cuando fue arrastrada a la comunidad de élite de Ciudad del Sur como el juguete de los hombres de las familias adineradas y casi consiguió que la mataran en el proceso. Tres meses fueron suficientes para que Sabrina dejara de creer en el amor verdadero y, sobre todo, no quería saber nada más de los hombres ricos. Solo deseaba vivir en paz con su hija y Zayn allí en ese país por el resto de su vida, y nada más.

Sabrina dudó un momento antes de responder: “Director Johns, tengo las manos ocupadas aquí. Discúlpeme, pero voy a tener que colgar por ahora”.

Sabrina colgó y se subió rápidamente a la motoneta con su hija. En cuanto llegaron a la casa, Aino entró corriendo a la casa mientras gritaba: “¡Tío, tío!”.

Zayn la escuchó y salió en su silla de ruedas. “Oh, querida, aquí viene nuestra preciosa y pequeña Aino. ¿Le dirás a tu tío a quién golpeaste hoy? ¿Perdieron un diente o dos?”, preguntó juguetonamente.

“Hermano”, dijo Sabrina, “no deberías mimarla así. Es una niña, no puede ir por ahí pegandole a los niños pequeños como si fuera una Hulka”.

“Pues yo prefiero que mi sobrina sea ruda”, dijo Zayn. “Lo último que queremos es que acabe como su mami, que es acosada y manipulada porque simplemente es demasiado amable, demasiado sentimental y emocional para su propio bien. Nuestra querida Aino se convertirá en una mujer feroz que nunca aceptará una mierda de nadie. ¿Estoy en lo cierto?”.

“¡Tío, Aino no se dejará intimidar, ¡pero Aino tampoco intimidará a los demás! Espera y verás, Tío, Aino crecerá y los protegerá a ti y a mami. Nunca más dejaré que nadie diga que mi tío es un lisiado y que mi mami es una madre no casada”.

Tanto Sabrina como Zayn estaban abrumados por las emociones, entonces escucharon ruidos del exterior de su casa.

“Está bien, soy un hombre. No hay nada que puedan hacerme que no sea capaz de soportar, pero me niego a que les pase algo a ustedes dos. Rápido, entra y escóndete. Recuerda cerrar las puertas detrás de ti”. Zayn ya se dirigía a la salida cuando giró la cabeza y le ordenó.

“¡No!”. Sabrina extendió la mano bruscamente y agarró las manijas de la silla de ruedas de Zayn, antes de empujarla más adentro de la casa, luego se volvió hacia Aino y le dijo: “Cuida a tu tío por mí, mamá va a salir a echar un vistazo”. Y con eso, salió rápidamente. Sabrina vio a unos hombres fuera de la valla que sostenían una camilla y encima de ella se encontraba el padre de Leo.

“¡Zorra!”. A pesar de su lesión, el Señor Sullivan parecía lo suficientemente enérgico como para disparar insultos. “Mira lo que me ha hecho ese asqueroso truco de tu hija, quiero una compensación, y más. ¡No esperes ir a ninguna parte antes de arrodillarte y pedirme disculpas! Intenta negarte y derribaré esta vieja y asquerosa casa de campo tuya”.

“¡No puedo esperar a ver quién tiene la audacia de jugar a ser un dios aquí para derribar la casa de alguien!”. De repente, se oyó una voz escalofriante detrás de ellos.