Castigado por su amor romance Capítulo 200

Sabrina se dio la vuelta para encontrarse con el promotor de su actual proyecto de construcción, el propietario que había contactado antes con ella, Neil.

“Director Johns, ¿qué le ha traído por aquí?”, preguntó Sabrina con humildad mientras miraba fijamente a Neil.

Neil iba vestido con un exquisito traje que resaltaba sus apuestos rasgos y su atlética figura. Su aspecto junto con la fortuna que poseía lo habían convertido en uno de los solteros más codiciados del condado con innumerables chicas que se morían por arrastrarse hasta el corazón del adinerado promotor. Si Sabrina se hubiera topado con un hombre tan cariñoso como Neil cuando estudiaba en la universidad hacía ocho años, podría haberse emocionado. Pero después de todo lo que había pasado, Sabrina solo quería vivir su vida en paz con su hija y su hermano.

“Quería invitarte a cenar, pero ya que has vuelto a casa, he pensado que podría venir a ver cómo estás". Neil levantó la mano que sostenía la cesta de frutas y flores y explicó: "Las he comprado para tu hija y tu hermano, acéptalas”.

Sabrina no sabía qué decir.

“¡Johns!”, exclamó el Señor Sullivan, mientras permanecía en su posición anterior sobre la camilla.

“¡No pienses ni por un segundo que me voy a rendir, solo porque estés aquí para respaldar a esta mujer! Sé que eres apestosamente rico por ser el mayor promotor inmobiliario de este país, pero déjame decirte algo, ¡no tienes nada contra mí! ¡No te tengo miedo!”.

“¿Has venido hasta aquí para chantajear a los civiles?”. Neil miró al Señor Sullivan con los ojos llenos de desprecio. “¡Si es así, entonces esto tiene que resolverse en los tribunales!”.

“¡Espera y verás!”. El Señor Sullivan apuntó con un dedo a Neil furiosamente, antes de dar órdenes a los hombres que llevaban su camilla: “¡Vamos, nos vamos por ahora!”. Y con eso, la pequeña multitud fuera de la casa de Sabrina se fue.

“Muchas gracias por su ayuda, Director Johns”. Sabrina miró a Neil con una gratitud indescriptible. “Si no fuera por usted, no habría sabido qué hacer con esto. Nunca imaginé que el Señor Sullivan fuera tan poco razonable. Al fin y al cabo, solo fue un pequeño conflicto entre dos niños”.

“Los países pequeños como éste suelen tener gente feroz y protectora con los suyos. Pero no te preocupes, me encargaré de que esto se resuelva. El Señor Sullivan no te dará ningún problema a partir de ahora”.