Castigado por su amor romance Capítulo 2007

Sabrina y Aino quedaron boquiabiertas. La expresión en el rostro de Aino era absolutamente incrédula. “Papá, tú… ¿qué estás haciendo?”.

Sebastian inmediatamente sonrió. “Es acídico e incluso tiene un olor a leche. Huele muy bien. No me extraña que a tu mamá le guste este olor…”.

Aino no tenía palabras. Sospechaba seriamente que su padre estaba mintiendo. Sin embargo, Aino también quería olerlo y saber. A pesar de eso, su deseo nunca se cumplió porque su padre ya había tirado ese pañal al cubo de basura.

Después de que Sebastian tiró el pañal, siguió las instrucciones de Sabrina a su lado y gentilmente puso el pequeño trasero de su hijo en una torre. Después de eso, fue a conseguir un cubo de agua tibia. La temperatura del agua estaba bien para el bebé. Sebastian usó esa agua tibia para limpiar el trasero de su hijo, quien estaba particularmente cómodo. El bebé metió su pequeña mano en la boca y la chupó muy divertidamente. Incluso arrullaba un poco de vez en cuando. El corazón de Sebastian se derritió por completo cuando vió eso. Pensó a sí mismo que no era de extrañar por qué todos en este mundo querrían tener hijos. La adorable apariencia de un bebé, especialmente recién nacidos, realmente podía derretir el corazón de cualquiera.

Sebastian estaba absorto por un momento antes de recordar que tenía que ponerle un nuevo pañal al bebé. Entonces levantó ambos pies de su hijo en pánico, y fue solo entonces que recordó que no había tomado un nuevo pañal. ¡Bueno! ¡Era su primera vez cuidando de un bebé! Justo cuando se estaba sintiendo indefenso, escuchó a Sabrina suavemente suspirar detrás de él. El hombre se volteó y vio a su esposa, quien acaba de dar a luz, viéndolo con una sonrisa. Era como si ella estuviera diciendo: ‘¿Acaso no eres muy capaz cuando estás manejando un grupo de compañías? ¿Qué más puedes hacer cuando eres tan torpe cuando te dejo cambiar el pañal de tu hijo?’.

Aino se rio mientras veía a Sebastian. “Papá, ¿puedes hacerlo?”.

Sebastian parpadeó sus ojos. “Mmm…”.

Hizo una pausa antes de que dijera: “Aino, trabajo en equipo hace que los sueños se hagan realidad. ¿Entiendes qué significa?”.

Aino sacudió la cabeza. “No entiendo, papá”.

Su padre estaba cambiando el pañal de su hermano, así que ¿por qué mencionaba hacer que los sueños se hagan realidad?

La pequeña niña hizo un muy buen trabajo como su asistente. Aunque ella tenía pequeñas manos y brazos, la manera en que se veía cuando estaba ayudando a su padre al lado fue muy seria. En dos minutos, había colocado el pañal precisamente debajo del pequeño trasero de su hermano. Después de acabar, incluso le presumió a Sabrina. “Mamá, ¿qué piensas? Sin tu intervención, papá y yo también podemos cuidar bien de mi hermano”.

“¡Mmmm! ¡Como esperaba de ti y tu papá!”, dijo Sabrina.

Sebastian también se rio. “¡Por supuesto!”.

Después de decir eso, bajó el pequeño trasero del bebé y el siguiente paso era envolver el pañal. Justo cuando estaba apunto de ajustar el pañal, su hijo recién nacido de tres días de edad, su precioso bebé, orinó sin aviso.

“Ah…”. La orina de su hijo salpicó en toda su cara.