Castigado por su amor romance Capítulo 219

Sabrina resistió desesperadamente, pero cuanto más resistía, más poderosa era la fuerza del agarre del hombre. En términos de fuerza, ella no era rival para él. Aunque tuviera la fuerza de diez personas combinadas, a Sabrina le resultaría imposible liberarse de su agarre.

La fuerza de su resistencia se hacía cada vez más débil.

De repente, sintió que no tenía sentido resistirse más. Cuando lo siguió de vuelta a Ciudad del Sur desde el Condado de Ciarrai, cuando él la trajo de vuelta del hospital, cuando ella trajo a Aino consigo y entró de nuevo a su casa, ya estaba decidido que él la trataría así.

Sabrina se preguntó en su corazón: ‘¿No lo habías pensado ya antes?’.

‘Siempre has deseado esto, ¿no es así?’.

‘Después de todos estos años, aunque escapes de su persecución cada vez, siempre habías tenido esperanza en tu corazón’.

‘Fue difícil para ti escapar con Aino y Zayn, y Zayn fue tan amable contigo... pero seguiste siendo solo su amiga. Nunca te has olvidado de Sebastian, ¿verdad?’.

Sabrina ya no se resistió.

En ese momento, los labios del hombre se acercaron y sellaron con un beso los de ella.

En ese momento, Sebastian finalmente sentía que la mujer que tenía en sus brazos era la persona correcta, la persona que había estado buscando después de todo.

Durante todo este tiempo, aunque Sebastian sabía que Selene estaba embarazada de su hijo, seguía sin querer casarse con Selene desde el fondo de su corazón. Había querido sentirse así con Selene aquella noche.

Sin embargo, no fue así.

La chica de aquella noche se acobardó y lloró en sus brazos. Era muy inexperta, pero se mostró con fuerza y terquedad cuando él la había dominado. Sin embargo, cuando volvió a estar con Selene, ésta no tenía ese temperamento en absoluto.

Selene era extravagante, vanidosa, pretenciosa y le gustaba mentir.

¡Qué z*rra tan astuta!

Si no fuera por el infiltrado dentro de la familia de Zayn que le informó a Sebastian de antemano sobre el paradero de ella.

Si él no se hubiera preparado meticulosamente esta vez y hubiera ido discretamente al Condado de Ciarrai. Si no se hubiera hecho amigo de unos cuantos matones locales con un nombre ficticio y luego hubiera causado algunos problemas a través del hijo del hermano de su amigo, Sebastian aún tendría algunas dudas. ¿Podría volver a ver a su hija, Aino, en esta vida?

¿Podría seguir viendo a la única mujer con la que había tenido una relación matrimonial real y un certificado matrimonial legal?

¡Realmente quería castigarla tan despiadadamente!

Incluso en ese momento, él la estaba besando tan dominantemente. Ella simplemente no podía resistirlo.

Cuando la besó hasta el punto de dejarla sin aliento, la arrojó a la bañera con agua caliente de un empujón.