Castigado por su amor romance Capítulo 2364

Aino salió de la sala por su cuenta. Aparte de un pie izquierdo ligeramente torcido, estaba animada y de buen humor.

Sabrina inmediatamente abrazó a su hija. “Todo está bien mientras mi hija esté bien. Me has matado del miedo. Dime, ¿cómo escapaste?”.

Todos miraban a Aino. Muchos de ellos estaban sonriendo entre lágrimas. Eso fue particularmente así para su Tío Zayn. Sus lágrimas no podían dejar de correr por sus mejillas. Zayn había visto crecer a Aino. Desde el momento en que ella nació, la había estado protegiendo como si estuviera protegiendo su propia vida. Le cambió los pañales, limpió sus desechos y le dio fórmula en polvo. En el corazón de Zayn, Aino era como su propia hija biológica.

“Tío Zayn, deja de llorar”. Aino salió de los brazos de su madre para ir hacia Zayn.

Zayn inmediatamente abrazó a Aino. “Prométeme que ya no saldrás sola en el futuro. ¡Es demasiado peligroso de esa manera!”.

Aino sacudió la cabeza. “Tío Zayn, ya soy una niña grande ahora. Con mi inteligencia, nadie me puede lastimar”.

La joven que acababa de salir de peligro inmediatamente se volvió engreída.

Zayn cambió el tema. “Date prisa y dime, ¿cómo te sacaste del peligro? ¿Cómo escapaste?”.

Después de que los tres hermanos lo pensaron meticulosamente, decidieron no atar demasiado a Aino. Fue suficiente con tal de que ella no pudiera huir. Ella era solo una niña. Además, estaba siendo vigilada por tres hombres, entonces, ¿cómo podría huir? Ella había estado asustada durante mucho tiempo. Además, estaban en lo profundo de la montaña. Era posible que una niña de 13 años se hubiera perdido hace mucho tiempo. Ella no se atrevía a huir. Después de darse cuenta de eso, los tres hermanos trataron a la niña con mucha educación. Aino también pretendió no ser tan hostil hacia ellos tres.

Cada vez que Aino dormía un rato, despertaba a los tres hermanos. Ella haría esto por un momento, luego lo haría al rato. Ella gritó lobo en un momento, luego dijo que hubo gritos de bestias salvajes en otro momento. Ella creó todo tipo de disturbios para los tres hermanos y los puso incomparablemente nerviosos. Mucho después de la medianoche, los tres hermanos inesperadamente se habían quedado dormidos.

Sin embargo, Aino no durmió. Tenía mucho, mucho sueño, pero no dejaba de decirse a sí misma que no debía quedarse dormida y que tenía que aguantar. En el momento en que más quería dormir, Aino se mordió la lengua con mucha fuerza.