Castigado por su amor romance Capítulo 29

"Al menos cómprame...". Nigel miró los pequeños restaurantes de los alrededores. O eran oscuros y llenos de humo o tenían un grupo de trabajadores generales comiendo sus almuerzos afuera.

Él se pellizcó la nariz. ¡Debía hacer todo lo posible si quería salir con esta chica reservada!

"No importa qué, al menos deberías comprarme un almuerzo de diez dólares, ¿no crees?".

"Está bien", respondió Sabrina de inmediato.

Los dos compraron un almuerzo, que tenía dos porciones de verduras y una porción de carne.

Sabrina estaba llena de los dos emparedados de hongos que comió. Ella se sentó frente a Nigel y lo miró fijamente mientras él comía.

Esta sensación era extremadamente incómoda.

Era más incómoda porque Sabrina, que estaba sentada frente a Nigel, tenía una expresión extremadamente tranquila. Mientras que él se comía su almuerzo que era tan soso como la cera, Nigel realmente quería extender sus manos y frotar imprudentemente esas pequeñas mejillas frías e indefensas.

Lo mejor sería atraerla a sus brazos y hacer lo que quisiera con ella.

Él no creía que ella seguiría siendo tan fría y reservada después de eso.

Sin embargo, Nigel era un buen cazador. Cuando se trataba de capturar a su presa, siempre había sido muy paciente.

Después de la comida, cuando Sabrina quiso pagar, se enteró que Nigel ya había pagado la cuenta.

Sabrina estaba demasiado avergonzada como para mirar a Nigel, "Lo siento, Amo Nigel. Esta comida debería pagarla yo".

"¿Me estás invitando a un almuerzo de diez dólares? ¿No debería ser muy caro para ti? Me di cuenta de que no tenías mucha plata, así que lo tomaré como si me debieras una comida. Espera hasta que recibas tu primer salario de este mes, para entonces debes invitarme algo bueno". Nigel siempre había sido directo y honesto.

En la Ciudad del Sur, Nigel solo le temía a Sebastian.

Aparte de él, no había nadie más a quien le temiera.

Cuando estaba en el territorio de la Ciudad del Sur, todos los que veían a Nigel le tenían miedo.

"¡Ella no es la mujer de Sebastian!", dijo Nigel con una sonrisa engreída.

Sabrina, que subió al autobús, no sabía que el Joven Amo del Grupo Connor, tenía ideas perversas sobre ella.

En cambio, ella sintió que Nigel era un hombre muy serio.

Él una vez la recogió del sitio de construcción y la llevó al restaurante donde se celebró su boda.

Hoy, él la ayudó a explicar frente al director de diseño y a guardar su trabajo.

Nigel le dio a Sabrina una pequeña sensación de cariño, por lo que estaba de buen humor esta tarde. El trabajo fue muy duro, pero ella no se sintió cansada. Después del trabajo, fue al hospital para acompañar a Grace como de costumbre.

Sin embargo, cuando ella llegó a la puerta de la sala, Sabrina vio a dos mujeres.

Eran Jade y Selene, el dúo de madre e hija de la familia Lynn.