Castigado por su amor romance Capítulo 343

“¿Acaso no le interesa?”.

“Solo está fingiendo”.

A Sabrina realmente no le importaba Ryan o lo que él pensara de ella en absoluto.

Ella volvió a centrar su atención en su comida, bajó la cabeza y empezó a comer de nuevo. Cuando escuchó lo que Ryan había dicho, se limitó a pronunciar “Oh…”.

Ni una palabra más.

Sin embargo, ver la reacción de Sabrina pareció hacer reír a Ryan.

“¡Amo Ryan!”, dijo Ruth furiosa, “¡Es una rompehogares! Ella arruinó la relación de mi hermana y mi cuñado. ¡Ella es la moza que sedujo a mi cuñado!”.

Ryan miró a Ruth con desprecio. “¿Por qué te comportas como una arpía odiosa?”.

Al escuchar esto, Ruth se quedó sorprendida. “Amo Ryan, usted... ¿qué ha dicho?”.

Ella no podía creer lo que escuchaba.

Antes de hoy, ella era un miembro muy favorecido de la empresa. Los pocos accionistas la habían tratado incluso como una hermana pequeña, y Marcus también la adoraba. Sin embargo, ¿Ryan la había llamado arpía odiosa delante de tanta gente?

Ruth apretó los dientes con ira.

Ryan, por otro lado, se limitó a fruncir el ceño y a lanzarle otra mirada de disgusto. “No conozco a tu cuñado personalmente, pero si tuviéramos que preguntar a toda Ciudad del Sur quién ha jugado con más mujeres, ¡definitivamente no hay nadie que pueda competir con él!”.

“Además, este asunto de que tu cuñado seduce a las mujeres es un asunto privado tuyo y de la familia Mann, así que ¿por qué lo gritas en la empresa?”.

“¡Si quieres hacer ruido, vete a casa y grita a tu antojo!”.

“Además de eso, independientemente de si quieres atrapar a un ladrón o a una pareja adúltera, ¡necesitas pruebas para hacerlo!”.

“¿Alguna vez has visto a Sabrina y a tu cuñado juntos con tus propios ojos? ¡Y aún así la llamaste rompehogares de manera tan presuntuosa!”.

“Si no eres una arpía odiosa, ¿entonces qué eres?”.

Al escuchar las palabras de Ryan, Ruth se sintió muy avergonzada.

Mientras tanto, Sabrina se mantuvo tranquila.

A quien el jefe quería echar o no del lugar no tenía nada que ver con ella.

Ella solo deseaba poder hacer bien su trabajo, nada más.

Así, después de ver a Ruth marcharse en lágrimas, Sabrina siguió comiendo con la cabeza baja.

Mientras Yvonne la observaba, empezó a admirar la valentía de Sabrina. Pensó para sus adentros: ‘¿Qué clase de amiga tiene mi primo?’.

‘¡Ella es demasiado increíble!’.

De repente, Ryan volvió a hablar: “Sabrina, ¿estás libre para cenar conmigo esta noche? Conozco un restaurante recién inaugurado que sirve un filete de carne delicioso. El vino también es fantástico, y además podremos escuchar a un pianista profesional tocando allí”.

Una invitación así seguramente habría seducido a cualquier mujer.

Sin embargo, Sabrina lo rechazó sin pensarlo. “¡Lo siento, no estoy disponible!”.