Castigado por su amor romance Capítulo 344

Al escuchar eso, Ryan no supo cómo reaccionar.

Después de un momento, él empezó a hablar de nuevo: “Hoy es tu primer día de trabajo, así que no deberías tener muchas tareas asignadas. ¿Cómo es que no estás libre? Si tu superior es quien te pidió que hagas horas extras en tu primer día, eso perjudica la imagen de la empresa. ¡Iré a hablar con ella!”.

Sabrina se quedó sorprendida por sus palabras.

Entonces, Ryan levantó las cejas y dijo con una sonrisa: “Ahora que el problema de las horas extras se ha resuelto, no hay razón para que rechaces mi invitación”.

“No hay razón alguna”, repitió Sabrina en voz baja.

Antes de que él pudiera reaccionar, Sabrina ya había recogido la comida que le había sobrado y se había levantado de la mesa para marcharse.

Por un momento, Ryan se quedó sin palabras, boquiabierto.

Al ver a Sabrina salir de la cafetería, se llevó la mano a la frente y comenzó a reírse. Luego murmuró para sus adentros: ‘Esta chica es bastante interesante’.

Todos los empleados que los miraban, especialmente las mujeres, se quedaron atónitos.

Solo pudieron abrir los ojos cuando escucharon que la nueva empleada avergonzaba a Ryan al rechazar su invitación. Sin embargo, él no se enojó en absoluto, ¡ni siquiera echó a la nueva mujer sin estilo!

Aunque el propio Ryan no estaba enojado, ¡el grupo de empleadas estaba furioso!

Justo cuando algunas de las empleadas querían aprovechar la oportunidad para consolar a Ryan, su teléfono empezó a sonar. Inmediatamente se levantó y respondió la llamada al mismo tiempo.

Momentos después, salió de la cafetería mientras hablaba por teléfono.

Así, las mujeres que habían querido consolar a Ryan y ganarse su simpatía habían perdido su oportunidad.

Linda era una de ellas.

Ella trabajaba en esta empresa desde hace cinco años, llegó justo después de graduarse en la universidad a los veintidós años. Cuando empezó, Linda había escuchado que esta empresa de diseño arquitectónico había sido fundada por unos cuantos descendientes ricos. Desde un principio, esperaba poder ligarse a uno de ellos algún día.

Sin embargo, al cabo de cinco años, no solo no lo había conseguido, sino que ni siquiera había conseguido un solo novio.

A pesar de que ya tenía 27 años, Linda trataba de cuidar muy bien su imagen. Como ya llevaba bastantes años trabajando allí, consiguió acumular algunos ahorros que le permitían vestirse con trajes elegantes y bonitos todos los días sin ponerse lo mismo dos veces. De este modo, era capaz de mostrar un particular encanto de dama de la ciudad.