Castigado por su amor romance Capítulo 378

Sabrina había notado el problema con los diseños de Linda la semana pasada. Ahora que escuchaba a Linda suplicar impotente por teléfono, sabía de qué se trataba. Sabrina salió a la calle, sin molestarse en mirar detrás de ella. Pero entonces, escuchó un grito detrás de ella, procedente de Linda.

“¡Sabrina! Detente ahí mismo”.

Sabrina la ignoró. Ya no era una empleada de esta empresa, ¿por qué debía detenerse?

“¡Sabrina! ¿Estás sorda?”. Linda colgó el teléfono y salió tras ella con sus tacones. Se detuvo frente a Sabrina y la miró fijamente.

El tono de Sabrina era frío y tranquilo. “Muévete”.

No podía molestarse en decir otra palabra a nadie más en ese lugar, tenía que conseguir un trabajo. En un principio, el puesto de trabajo en el sitio de construcción al que fue por la tarde estaba casi asegurado. Si no fuera por la llamada de la directora de diseño prometiéndole su trabajo anterior, ¡no habría regresado en lo más mínimo! Y ahora, no podía trabajar aquí, y no sabía si podría conseguir el trabajo allá. Sabrina no tenía tiempo que perder.

“¡Sabrina, debiste ser tú!”. Linda la acusó indiscriminadamente.

Sabrina frunció el ceño. “¿De qué hablas?”.

“En realidad no has venido a trabajar duro, ¡solo estás aquí para causar problemas! ¡La Señorita Mann tiene razón! Eres una amante, simplemente vas a donde sea que veas un hombre”.

“No lograste seducir al cuñado de la Señorita Mann, entonces en un abrir y cerrar de ojos pusiste tus ojos aquí. Como resultado, lograste atraer la atención del Amo Ryan el primer día. Sabrina, todos pensábamos que eras una simple campesina, ¡pero eres una experta! ¡Una experta en seducir a los hombres! Cuando fingiste que revisabas mis diseños, ¿los cambiaste? Si tú, una persona que no entiende de arquitectura, los hubieras cambiado, y los constructores siguen construyendo el edificio según tu diseño, ¡estaría mal! ¡Sabrina, fuiste tú! ¡Si no dices la verdad, no te dejaré ir hoy! El departamento de diseño nunca ha cometido un error. Solo trabajaste dos días aquí ¡y ya algo salió mal!