Castigado por su amor romance Capítulo 383

Yvonne prácticamente se abalanzó sobre Sabrina con emoción en cuanto la vio. “Sabrina, ¿dónde has estado toda esta semana? ¿Por qué no me has dicho nada? Pensé que podríamos ir a comer algo hace unos días, solo para descubrir que estabas de viaje por negocios. Oye, ¿a qué ciudad fuiste? ¿Me trajiste algún recuerdo?”, preguntó jocosamente.

La sonrisa inocente y sincera de Yvonne siempre había sido un punto débil en el corazón de Sabrina. Miró disculpándose a Yvonne y le explicó: “Lo siento mucho, se me olvidó…”

“Oh, vamos, está bien, Sabrina. Solo estaba bromeando. Sé que solo han pasado unos días desde que te uniste a nosotros y probablemente aún no has recibido tu salario. No tendrías el dinero extra para conseguirme nada”, dijo Yvonne con una alegre sonrisa en su rostro.

“¡Puede que Sabrina no tenga el dinero, pero yo sí!”. De repente, Ryan decidió unirse a la conversación y añadió: “Entonces, ella se olvidó de comprarte algo en su viaje de negocios, ¿verdad? ¿Qué te parece esto? Te compraré algo en su lugar. Las invitaré a cenar a las dos esta noche”.

“¿Qué les parece?”.

“¡Seguro!”. Yvonne aceptó sin dudar. Después de todo, una invitación del Amo Ryan era algo por lo que todas las mujeres de la compañía matarían. Ella ni siquiera se atrevería a soñar con ser invitada a cenar por el Amo Ryan y sabía que no debía perder su tiempo en fantasías irreales. Naturalmente, Yvonne se dio cuenta de que la persona a la que el Amo Ryan quería invitar era Sabrina, así que se volvió para mirar a Sabrina, con los ojos brillantes de emoción.

“Lo siento, pero no tengo tiempo para eso”.

Sabrina rechazó la oferta sin piedad.

Todos los presentes, Yvonne, Ryan y los compañeros del departamento de diseño que los rodeaban se quedaron sin palabras al comprobar la firmeza con la que Sabrina había rechazado la invitación.

“Directora, ¿podemos subir ya por mí paga? Quiero irme en cuanto reciba lo que me corresponde”, instó Sabrina.

“Oh, de acuerdo…”. La Directora de Diseño respondió a regañadientes. En realidad, esperaba poder encontrar una oportunidad para mantener a Sabrina en la empresa.

Estaba increíblemente dotada con una amplia experiencia en el campo, sería lo más ideal que se quedara un empleado tan talentoso como ella.

“Subamos primero y veamos cómo va”, le respondió Sabrina a la Directora, y entró en el ascensor con Yvonne.

Sabrina no era una persona dramática para empezar, así que no le importaba quedarse si podían encontrar una solución razonable para ello. Encontrar un trabajo no era fácil, después de todo, y no había garantía de que su situación cambiará con el tiempo.

“Sabrina, el Amo Ryan es tan guapo, ¿por qué no estás mínimamente interesada en él?”. Yvonne agarró de la mano a Sabrina y exclamó frenéticamente.

“¿Qué tan atractivo puede ser un hombre cuando se muestra tan insistente? Creo que “sinvergüenza” es la palabra que buscas”, dijo Sabrina.

Estupefacta, Yvonne pensó para sí misma: ‘Oh, Sabbie, te vas a meter en muchos problemas con las mujeres de la oficina si dices eso en voz alta’.