Castigado por su amor romance Capítulo 39

Marcus estaba asombrado por su postura al pedir dinero prestado.

Después de un momento, él solo dijo: “No tengo dinero en efectivo. ¿Podrías dejarme tu número de teléfono? Una vez que termine el banquete, iré a buscarlo para ti".

Sabrina asintió. "Mm, gracias".

Luego ella le dio su número a una persona que acababa de conocer y con la que solo tuvo un breve intercambio.

"¡Marcus!". Un hombre cerca llamó a Marcus.

Marcus volteo la cabeza y vio a Nigel.

Marcus agarró una copa de vino y se acercó a Nigel, "Amo Nigel, ¿qué ha estado haciendo últimamente?".

Nigel le dio a Marcus un golpe amistoso. “Amo Shaw, este es un banquete organizado por mi abuelo para seleccionar una prometida para mi primo, Sebastian. Todas las chicas que asistieron al banquete de hoy son miembros de la alta sociedad de la Ciudad del Sur y la Ciudad Kidon. ¿Por qué no aprovechas la oportunidad para elegir a una de ellas?".

Marcus negó con la cabeza y con una sonrisa.

Nigel volvió a sonreír. "¿Tu prima, Mindy, también esta interesada en Sebastian?".

Marcus suspiró. "Desde que Sebastian se hizo cargo de todo el Grupo Ford con éxito, ¿cuántas mujeres en Ciudad del Sur no han querido casarse con él?".

Nigel se rio. "Eso es cierto".

Los dos se alejaron con sus copas de vino en la mano. Charlaron mientras caminaban más lejos, y encontraron un lugar para sentarse cuando llegaron a un lado del salón. Nigel fingió estar relajado mientras buscaba la figura de Sabrina.

Sin embargo, no había ningún rastro de ella entre los invitados.

Sabrina estaba siendo detenida por tres miembros de la alta sociedad en el baño en ese momento.

Las tres mujeres cerraron la puerta del baño. Una de ellas tiró del cabello de Sabrina mientras las otras dos le señalaban la nariz y maldecían.

“¿Quién crees que eres? ¿Te atreviste a iniciar una conversación con el Amo Sebastian?”.

"¡Eso fue demasiado afortunado!".

“¿Y qué si te besaron? Después de besarte, ¿no se olvidó de ti de inmediato?”.

"¡Tú, por otro lado, todavía tenías que lavar los platos en la cocina trasera!".

Todas las camareras observaron a Sabrina mientras trabajaba sola.

Sabrina estuvo ocupada hasta que todos los invitados se fueron. Eran más de las diez de la noche cuando puso en orden todos los utensilios y se los entregó al ama de llaves de la familia Ford. Ella arrastró su cuerpo cansado y salió de la Residencia Ford.

En el momento en que salió por la puerta, un coche apareció detrás de ella. Cuando el coche pasó junto a ella, la persona continuó conduciendo sin mirarla.

Sabrina reconoció que era la matrícula del coche de Sebastian.

Cuando el coche se alejo, otro coche se detuvo al lado de Sabrina; fue Nigel quien asomó la cabeza por la ventana del coche. "Señorita, lo has entregado todo y no has ganado nada a cambio hoy, ¿verdad?".