Castigado por su amor romance Capítulo 467

La diferencia de poder en su relación era muy grande para que ella pudiera escapar de él. Podía cuidarla, enseñarle a conducir, obtener un certificado de matrimonio con ella o incluso llevarla de vuelta a la antigua residencia de los Ford para anunciar que ella le pertenecía, pero cuando se trataba de elegir entre su mejor amigo y ella, Sabrina sabía que era reemplazable.

Permaneció en silencio incluso después de que llegaran a casa y dejo que Aino pasara tiempo con Sebastian después de la cena, como siempre lo hacían.

Tomó su teléfono y volvió a su habitación, antes de abrir el chat de grupo privado de las madres del jardín de niños al que iba Aino y empezó a revisar todos los mensajes.

No tuvo tiempo de revisarlos previamente y, ahora que lo había hecho, se dio cuenta de que había gente en el grupo que cuestionaba si valía la pena que ella fuese añadida a la sala de chat.

Cuando no contestó, las pocas madres que eran más activas que las demás empezaron a chismear y a decir algo parecido a "la madre de Aino se calla siempre que hay una discusión que implica dinero". Una incluso llegó a decir: "Señora Scott, si tiene algún tipo de dificultades, ¿por qué no sale de este grupo y deja que otra persona ocupe su lugar?".

Hace unos días, la madre de Susan le había comentado a Sabrina que se había hablado de expulsar del jardín de niños a las familias que no eran económicamente estables, sino que simplemente fingían ser de clase media-alta.

Para poner en marcha oficialmente su plan, los padres habían decidido organizar una fiesta en un hotel de cinco estrellas.

Sabrina no había estado antes en ese hotel, pero escuchó a algunas de las madres presumir de que una sola botella de vino podía costar hasta doscientos mil dólares, que toda la vajilla era de plata pura y que un trozo de pastel costaba más de diez mil en ese hotel que estaba decorado de forma extraordinaria. Se había discutido acaloradamente sobre este tema durante los últimos días, pero Sabrina no había participado.

No era mucho para algunas personas, pero todo lo que Sabrina tenía era unos pocos cientos de dólares en su bolsillo. Tuvo que acudir a Sebastian para que le diera el dinero y así poder participar en la reunión.

Sabrina empujó la puerta de su habitación y fue a buscar a Sebastian, pero solo encontró a Aino en la sala de juegos.

"Aino, ¿dónde está Papá?", preguntó.

"¡Papá dijo que tenía que atender una llamada muy muy muy importante!", dijo Aino con voz dulce.