Castigado por su amor romance Capítulo 47

Selene estaba sentada en el taburete redondo y miraba a Sebastian con admiración. La forma en que Sebastian se veía mientras colocaba un brazo en el borde del sofá, cruzaba sus largas piernas y agarraba un cigarro encendido en su mano, daba una impresión fría y despiadada.

La mesa de café entre los dos tenía varios postres exquisitos sobre ella.

Macarrones, suflés, crumble de chocolate y tortas Sacher. Cada uno era pequeño y se podían comer en un solo bocado.

Sin embargo, cada uno de ellos costaba de diez a veinte dólares por pieza.

El favorito de Selene era el pudín de melocotón.

Sabrina nunca había comido postres tan delicados y encantadores, pero reconocía la mayoría de ellos.

Cuando ella solía vivir con la Familia Lynn, a menudo veía a Selene comiéndolos.

Selene creció con una buena vida desde muy pequeña. Si Selene quería algo, Lincoln y Jade la satisfacían. Ahora, tenía un novio rico y poderoso como Sebastian, que también le compraba todo para que ella pudiera comer y escoger.

Sabrina tragó inconscientemente. Tenía mucha hambre.

No estuvo claro si el sonido que hizo Sabrina fue demasiado fuerte o si había estado mirando a Selene durante mucho tiempo pero en ese momento Selene se dio la vuelta y vió a la incómoda Sabrina parada en la entrada.

Cuando sus ojos se encontraron, los ojos de Selene se llenaron de expresiones provocadoras y arrogantes.

Ella y sus padres estaban muertos de miedo.

Ellos espiaron a Sebastian en el hospital durante mucho tiempo. Cuando se enteraron de que él fue a la sala de emergencias y enfrió físicamente a Sabrina, se aterrorizaron aún más.

Los tres se sentaron ansiosos en el coche durante unas horas. Cuando ya no sabían qué más hacer, vieron a Sebastian salir mientras atendía una llamada, diciendo fríamente por teléfono: “Los gastos médicos de ella fueron pagados por adelantado. ¡Dejen que ella pague el resto por sí misma!”.

Esas palabras inmediatamente le dieron a Selene y su familia una sensación de alivio.

Sin embargo, Sebastian la había salvado porque ella tenía alguna influencia en su madre y nada más.

Selene se puso de pie y esperó toda la tarde afuera de la residencia de Sebastian de forma penosa. En el momento que lo vio regresar, inmediatamente se acercó a él y le dijo con un tono sincero: “Querido Sebastian, ¿cómo está Sabrina? Sé que tu madre aún no puede dejarla, así que debes salvarla”.

Sin embargo, fue una coincidencia que Sabrina regresara justo en ese momento.

Selene miró a Sabrina con una mirada arrogante, luego continuó hablándole explícitamente a Sebastian: “Joven Amo Sebastian, yo… Sellie realmente te extrañó mucho…”.

Sabrina quiso taparse los oídos, pero no pudo.

Quería cerrar la puerta para irse, pero ya era demasiado tarde.

Ella se armó de valor y entró para encontrarse con la mirada severa y hostil de Sebastian.

“Hola Sabrina, has vuelto. Mi querido Sebastian dijo que estabas enferma. Debes recuperarte pronto. La madre de mi querido Sebastian todavía necesita de tu cuidado”. Selene la miró dulcemente.

El rostro de Sabrina estaba pálido porque recién se había recuperado de una enfermedad.

Ella no había comido nada desde anoche. Siempre había sido delgada, pero ahora las cuencas de sus ojos parecían aún más hundidas.