Castigado por su amor romance Capítulo 579

Por muy sutil que fuera la sonrisa, fue suficiente para calentar los corazones de todos los empleados de todo el Grupo Ford, especialmente el de las mujeres.

"Oigan, ¿vieron la publicación en las cuentas oficiales de las redes sociales del Grupo Ford?".

"¡Es imposible no darse cuenta con todo el caos que provocó! No han publicado nada en los últimos tres años. Y la primera publicación después de tanto tiempo es una foto de nuestro discreto Director con su esposa, quien nunca fue visto con una mujer. ¡Oh, qué dulce! El Director me ha demostrado que cuando un hombre honesto y poco romántico comienza a mostrar su afecto, no se puede comparar con esos mujeriegos comunes".

"¡De repente me doy cuenta de cuánto amo al Director!".

"¿Qué quieres decir con 'de repente'? ¿No siempre te ha gustado el Director?".

"¡En aquel entonces era un sentimiento débil, pero ahora mismo siento que me estoy enamorando sin control de él! No sabía que el Director era capaz de consentir a alguien y ahora que lo sé, yo... Oh, si tan solo pudiera acostarme con él". Una de las mujeres más maduras comentó con valentía.

"¡Como si eso fuera posible, Emofilia! ¡La Señora Directora te hará pedazos si te escucha!".

"¿No quieres acostarte con el Director?".

"Yo... no es que no quiera, pero es solo una fantasía. ¡No me atrevía a decirlo en voz alta antes, sin mencionar que lo dije ahora después de enterarme de que el Director está casado! Me siento feliz al ver su rostro todos los días en el trabajo".

"Bueno, nosotras nos sentimos igual".

"¡Chss! ¡Viene el Director!".

Las chismosas quedaron silenciadas de inmediato. Todos los empleados del Grupo Ford le tenían miedo a Sebastian. Además de que sabían que les había quitado la vida a muchos, para la mayoría en la oficina era una máquina de trabajo sin emociones, como si nada pudiera afectarlo, y un hombre muy sereno a veces podía ser más temeroso que un hombre con cara de póquer.

Sin embargo, Sebastian estaba diferente hoy. Una sonrisa apenas perceptible apareció en el habitual rostro calmado del hombre.

Lo que más les sorprendió fue que saludó a algunas empleadas al pasar junto a ellas, diciendo: "Buen trabajo. Vayan a casa y descansen bien".

"Yo también, aunque no me atrevería a estar celosa".

"¡Yo, tres!".

"¡Yo, cuatro!".

Mientras las mujeres en la oficina discutían cuánto admiraban a la Señora Directora, Sebastian ya estaba en camino a la firma de diseño arquitectónico en la que trabajaba Sabrina para recogerla.

Sabrina había estado muy ocupada esa tarde, tratando de organizar la carga de trabajo que se perdió durante su ausencia. Estaba feliz de que finalmente la dejaron sola para concentrarse en su trabajo. Sabrina era una mujer dedicada y responsable con cualquier tarea que le asignaran. Sin darse cuenta de que el tiempo había pasado, ya era hora de ir a casa.

Recogió sus pertenencias y salió del edificio con Yvonne y Ruth. Las tres conversaban felices, cuando de repente al salir, Sabrina vio al hombre apoyado junto al coche en la entrada.

"¿Terminaste con el trabajo?", preguntó Sebastian con una voz profunda.