Castigado por su amor romance Capítulo 58

Si la cámara no se perdió, ella ya no necesitaba el dinero que le pidió prestado a Nigel.

“Entonces.... ¿no tengo que pagar nada?”, preguntó Sabrina alegremente.

“Ni siquiera la tarifa del alquiler”, dijo el Amo Tong.

“Gracias, gracias, muchas gracias. Yo… ¿Me pondré en marcha entonces?”, confirmó Sabrina con alivio.

“Sí, por supuesto, Señorita Scott”.

Sabrina suspiró aliviada y salió del centro de alquiler sintiendo que todos sus problemas habían quedado atrás.

“Señorita Scott, si pudiera tomar prestado un minuto de su tiempo”, dijo Marcus detrás de ella.

Él inmediatamente se dio cuenta que Sabrina le había pedido prestados dos mil dólares en la fiesta para compensar la pérdida de una cámara, y dos mil dólares ni siquiera se podían comparar con lo que Marcus gastaba en una sola comida.

“¿Necesita algo, Señor Shaw?”, preguntó ella.

“¿Todavía necesita el dinero?”, preguntó Marcus, luchando por saber dónde debería empezar a explicarse.

“Como pudo ver, yo… ya no lo necesito”, Sabrina sonrió amablemente.

“Pensé que era una de esas señoritas que se ganan la vida haciendo estafas, así que cuando me llamó hace dos días, yo…”.

“Está bien, Señor Shaw. Es… no es como si nos conociéramos el uno al otro para empezar. Estaba cruzando la línea. Cualquiera se habría alarmado por un extraño que pide dinero prestado como primera línea en una conversación. Lo entiendo. Lamenté llamarlo casi inmediatamente después de hacer esa llamada, y me di cuenta de que lo pondría en una situación incómoda. Conocer gente en una fiesta difícilmente podría contar como conocerlos realmente, después de todo. No estaba al tanto de las reglas. Cuídese y nos vemos… nunca más, Señor Shaw”. Sabrina se alejó tan pronto como pronunció la última palabra.

“¿Podría tener el placer de invitarla a almorzar?”, preguntó Marcus.

“Ahora que se dio cuenta de que no estaba tratando de estafarlo y que estaba pidiendo dinero prestado por una razón decente, ¿sintió que soy digna de su tiempo después de todo?”, Sabrina sonrió sarcásticamente, “¿O deberíamos ser más directos sobre esto y decir que le gustaría que fuera su compañera por unos días, para que pudiera probar algo nuevo y divertirse conmigo?”.

“Tal vez en medio año, o un mes, o una semana, cuando esté aburrido de mí, ¿podría hacer que su secretaria conteste mis llamadas por usted y me diga que está ocupado? Lo siento, Señor Shaw, pero no me interesan sus juegos. Admití que estuvo mal comportarme como lo hice en la fiesta de la Familia Ford. No debería haber intentado pedirle dinero prestado cuando ni siquiera lo conocía. Mis más sinceras disculpas una vez más”, dijo Sabrina y se dio vuelta para irse con su almuerzo.

Marcus tiró de su brazo y dijo: “Señorita Scott, si pudiera escuchar…”.

“¡Déjeme ir!’’. Sabrina miró a Marcus con una ira silenciosa y dijo: “¡No quiero tener nada que ver con los juegos de ustedes los ricos!”.

El coche de Sebastian dio un giro hacia el hospital y Kingston le dijo: “Amo Sebastian. Amo Sebastian, ¿por qué la Señorita Scott está con el Amo Shaw…?”.