Castigado por su amor romance Capítulo 59

Desde el punto de vista de Sebastian, ella simplemente estaba haciéndose la difícil para enredarse con Marcus y la idea de eso le hizo fruncir el ceño sin decir una palabra.

“Amo Shaw…”, exclamó Kingston, “Él proviene de un entorno muy estricto. El Viejo Amo de la Familia Shaw nunca le permitiría involucrarse en ningún escándalo”.

“Además, el Amo Shaw también es muy disciplinado consigo mismo, ¿cómo…?”. Kingston miró la expresión en el rostro de Sebastian e inmediatamente dejó de hablar.

Él quería decir que Sabrina era demasiado ingeniosa para no solo haberse juntado con el exitoso Amo Sebastian, sino que de alguna manera también se las arregló para tener aventuras con el Amo Nigel y con un élite autodisciplinado como el Amo Shaw.

Estaba lejos de ser una mujer común. Sin embargo, se abstuvo de comentar más al ver la crueldad en el rostro de Sebastian.

Mientras tanto, ni Sabrina ni Marcus sabían que Sebastian estaba presenciando cada detalle de su interacción desde su coche estacionado no muy lejos.

“Señor Shaw, ¡por favor déjeme en paz!”, exigió Sabrina, permaneciendo firme y distante todo el tiempo mientras miraba a Marcus.

Marcus tiró de nuevo de su brazo hacia atrás y dijo: “Señorita Scott, yo… le pido disculpas, me equivoqué, ¿podría perdonarme? Solo quería que fuéramos amigos y no tenía ninguna intención de faltarle el respeto al tratarla como a una novia. Solo deseaba conocerla y tal vez invitarla a la residencia de la Familia Shaw como mi invitada. Soy absolutamente sincero sobre esto”.

“¿Invitarme?”, preguntó Sabrina.

“Sí, a usted”. Marcus asintió con decisión.

“Invitarme, una mujer que hizo el ridículo en la fiesta de la Familia Ford, una mujer tan pobre que ni siquiera tenía dos mil dólares a la mano, a la casa de familias todopoderosas y ricas como la suya. ¿Por qué? ¿Qué le incita a invitarme?”. Sabrina se rio con sarcasmo.

“Como disculpa”, respondió Marcus.

“Lo siento, pero no lo necesito. Señor Shaw, le estoy pidiendo que me deje en paz a partir de este momento”, se negó Sabrina con indiferencia y agregó: ‘’Si continúa acosándome, consideraré tomar acciones legales pidiendo ayuda a la policía. Ahora, ¡si me disculpa!”.

Luego se dio la vuelta y se fue con los almuerzos que compró y se dirigió hacia la sala de Grace.

Marcus se quedó sin palabras durante un largo rato antes de, finalmente, buscar su teléfono para hacer una llamada.

Sebastian salió de su coche tan pronto como vio a Marcus marcharse y se dirigió hacia la sala de su madre. Ya podía escuchar las risas saliendo de la habitación antes de entrar.

“Sabbie, ¿qué te trajo aquí? Normalmente es Sebastian quien viene a visitarme a esta hora del día”, preguntó Grace con alegría.

“Hice una pequeña fortuna hoy”, respondió Sabrina con una sonrisa.

Para ella, no tener que compensar la cámara que pensó quehabía perdido era tan bueno como hacer una fortuna, una pequeña fortuna de tres mil dólares.

“Oh, Dios. ¿Has recibido tu salario de la empresa?”, preguntó Grace.

“No es mi salario, es más como un ingreso extra. No lo pienses demasiado, Madre. Vine aquí porque quiero almorzar contigo. Vi el restaurante junto a la entrada del hospital hace unos días y sus platos me parecieron tradicionales. Sus guarniciones son ahumadas, así que estoy segura de que todos son muy apetecibles. Toma, pruébalo”. Ella abrió los almuerzos y tomó una cucharada antes de dársela a Grace.

Grace se sintió conmovida por aquel gesto tan reconfortante. Tomó un bocado y masticó con entusiasmo.