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Las vendedoras detrás de la pareja los miraron con admiración, y una de ellas exclamó: "¡El Señor y la Señora Ford son realmente una pareja hecha en el cielo!".
El rostro de Sabrina comenzó a sonrojarse como una manzana.
Por otro lado, fingiendo no darse cuenta, Sebastian sostuvo su mano mientras caminaban por un jardín tranquilo.
En ese momento Sabrina vio la tienda de alta gama ante sus ojos, que tenía el nombre "Sloane" en la vitrina.
"Sloane" era una marca de lujo clásica.
Además de eso, era un nombre famoso en Ciudad del Sur.
Cuando Sabrina era universitaria, todavía vivía con la familia Lynn. En aquel entonces, los escuchó mencionar la marca cuando estaban planeando la ceremonia de mayoría de edad para su preciosa hija de 18 años, Selene.
Jade expresó: "Bueno, la riqueza y el estatus de la familia Lynn aún no han alcanzado ese nivel. De lo contrario, le habríamos pedido a Sloane un vestido de cóctel para la ceremonia de la mayoría de edad de nuestra hija. Con un simple vestido de la marca, nuestra hija podrá casarse con una familia rica mientras lo use".
Desde entonces, Sabrina supo que “Sloane” podía ser considerada el símbolo de la mujer digna en Ciudad del Sur.
Ahora, sosteniendo la mano de Sebastian, atravesó el jardín y llegó al salón principal.
Ella observó las diferentes gamas de estilos de vestir, todos muy extravagantes. Cada vestido tenía su propia historia, y cada puntada en ellos fue cosida por diseñadores profesionales a tiempo completo.
Sabrina estaba muy sorprendida.
Sebastian tiró de sus brazos, pero ella permaneció congelada en su lugar.
"¿Qué?". Miró a Sabrina fríamente.
Sabrina se mordió los labios. "¿No recogiste a Aino, solo para traerme aquí a probarme ropa?".
"¿Qué hay con eso?", respondió el hombre, sonando un poco molesto.
Sabrina comenzó a hacer un puchero mientras decía: "Podrías haber traído a Aino".
"Ya tienes más de veinte años, así que una comida menos no te matará de hambre. Sin embargo, Aino es diferente. Tiene que comer a la hora habitual".
Después de unos segundos, ella volvió a protestar. "Entonces podríamos haber venido aquí después de la cena".
"Tus medidas no serían precisas entonces", respondió Sebastian nuevamente.
Sabrina se quedó en silencio al instante.
Ella había escuchado que "Sloane" tiene un control muy estricto sobre las medidas de sus prendas. Para ellas, un centímetro más les quedaría demasiado grande y un centímetro menos les quedaría demasiado ajustado. Cuando escuchó a Sebastian confirmarlo, Sabrina supo que había aprendido algo nuevo.
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