Castigado por su amor romance Capítulo 610

Al ver a Sebastian sorprendido, los diseñadores que habían atendido a Sabrina inmediatamente intentaron explicar: "Lo siento, Señor Ford. Nosotros… Nosotros en realidad… seleccionamos el vestido más extravagante que usted queria para la Señora, pero ella prefirió este. Es el vestido más económico que tenemos".

"Es sencillo y no viene con ningún accesorio".

"Pero debo decir que la Señora tiene muy buen gusto. A pesar de que es un vestido de bajo precio y sencillo, le favorece a la Señora".

En primera instancia, el diseñador intentó disculparse con Sebastian.

Luego, durante la segunda mitad de su explicación, la felicitó sinceramente.

Sabrina tenía una silueta muy bonita, lo que la hacía lucir bien en todo.

A pesar de que el diseñador había elegido los estilos y broches más lujosos de la tienda para ella, Sabrina no aceptó ninguno.

Cuando se los probó sintió que todos eran demasiado extravagantes o llamativos. Estaba acostumbrada a vestirse con un estilo sencillo, por lo que no se sentía cómoda con esos vestidos.

Antes de probarse el último, Sabrina abrió la puerta del vestidor y señaló un vestido sencillo sin broches, adornos o joyas y dijo: "Quiero probarme ese, ¿está bien?".

"¿Ah?". El diseñador quedó desconcertado por su petición.

"¿Qué pasa? ¿No puedo probármelo?”, preguntó Sabrina.

"¡Sí, sí! ¡Por supuesto que puede!", respondió el diseñador rápidamente.

¡Debes estar bromeando!

Si la Señora Ford deseaba probarse ese vestido, por supuesto que podía hacerlo.

Aunque ese modelo en particular ya estuviese reservado para otra persona.

Sin más, Sabrina se puso el vestido más sencillo y económico de la tienda y se lo mostró con temor a Sebastian.

Sin embargo, nunca esperó ver a Sebastian tan desconcertado.

Aunque llevaba un elegante vestido azul claro, sin joyas ni accesorios, el atuendo resaltaba el tipo de belleza sencilla de Sabrina.

Con este vestido quedó demostrado, que cualquier gema que adornara su cuerpo era una carga para ella.

Porque a ella no le interesaba.

Incluso los diamantes más grandes eran solo objetos mundanos para ella.

"¡Llevaremos este!", anunció Sebastian.

El diseñador se quedó sin palabras.

El vestido que el Señor Ford había pedido para su esposa estaba completamente cubierto de diamantes, y además de eso, solo el broche costaba entre 700,000 y 800,000 dólares. Cualquiera que tuviera en sus manos este vestido podría hacer una pequeña fortuna vendiéndolo.

El vestido tenía que valer más de un par de millones de dólares.

"¿Está seguro, Señor Ford?".

"Solo di que el Grupo Ford estaba haciendo un sorteo, y resultaron ser los ganadores", dijo Sebastian con impaciencia.

Cuando vieron que el Señor Ford estaba dispuesto a pagar un precio tan alto solo para cambiar el vestido que le gustaba a su esposa con otra persona, todos miraron a Sabrina con envidia.

Definitivamente la Señora Ford era afortunada con las atenciones de un hombre como este.

El diseñador respondió de inmediato: "Está bien, Señor Ford".

Después de eso, se dio vuelta hacia Sabrina y le susurró: "Señora Ford, realmente tiene mucha suerte".

¿Tenía suerte?

Sabrina sintió una cálida sensación en su corazón por un segundo.

Sin embargo, en ese momento, sacudió su nariz inconscientemente.