Castigado por su amor romance Capítulo 611

Ella pensó en su interior: 'Eso es porque ustedes no saben lo aterrador que puede ser él cuando quiere'.

Sabrina dejó esos pensamientos a un lado, les sonrió y dijo: "Gracias".

Después de eso, el diseñador comenzó a elegir un par de zapatos para combinar con el vestido azul claro, pero los que encontró no parecían encajar muy bien en los pies de Sabrina.

Aunque Sabrina era delgada y alta, sus pies eran muy pequeños.

Además de eso, eran delgados y estrechos.

En conclusión, el par de zapatos que hacían juego con el vestido sencillo le quedaban demasiado grandes y anchos.

El diseñador dijo con pesar: "Señora, estos zapatos se hicieron especialmente para combinar con el vestido, pero no le quedan. Además, aunque en una tienda de calzado normal se considerarían de alta gama, la realidad es que no es la mejor calidad de nuestra marca. Bueno... ¿Qué hacemos ahora?".

"Haz unos a la medida", dijo de repente Sebastian, que estaba mirando lo que pasaba.

Sabrina se quedó desconcertada por un momento. "No… No es necesario, ¿verdad? ¿No podría comprar otro par? Por cierto, ¿a qué tipo de banquete quieres que asista con este vestido?".

Un banquete, nuevamente.

Cada vez que se mencionaba la palabra banquete, Sabrina tenía algunos recuerdos desagradables.

Ignorando la pregunta de Sabrina, el hombre miró al diseñador con frialdad y repitió: "Haz unos a la medida".

El diseñador, que parecía un poco impotente, hizo todo lo posible para explicar: "Señor Ford, para hacer un nuevo modelo, se necesitaría...".

"¿Cuánto tiempo tardará?"; preguntó Sebastian.

"Siete días".

"Que sean cuatro días", dijo Sebastian con firmeza.

Su tono severo dejó sorprendido al diseñador.

Sabrina trató de ayudar, diciendo: "No seas así…". Ella sostuvo los brazos de Sebastian.

Sin embargo, él ni siquiera miró a Sabrina, mantuvo los ojos fijos en el diseñador.

Al darse cuenta de que no había nada que pudiera hacer, el diseñador asintió. "Señor Ford, haremos todo lo posible para entregarlo en cuatro días".

Tener que completarlo en cuatro días realmente los mataría.

Sin embargo, ¿quién se atrevería a desobedecer una orden dada por Sebastian?

Él le dijo hace unos días que la familia Ford la reconocería oficialmente como su Joven Señora y la Señora del Director del Grupo Ford.

Por esta razón, habían organizado un banquete familiar.

Efectivamente, Sebastian le había contado sobre eso hace unos días, pero ella estaba tan ocupada con el trabajo que lo había olvidado por completo.

Además de eso, tampoco le agradaban los banquetes familiares, menos uno que se llevaría a cabo en la vieja residencia de Ford.

Cuando Sabrina entraba en la vieja residencia, se sentía como si fuera necesario que mudara una capa de su piel.

Sin embargo, como la Señora Ford, no tenía más remedio que asistir.

Quizás era bueno para ella presentarse en el lugar. Después de todo, era una forma de informar a toda la clase alta de Ciudad del Sur que ella, Sabrina, ahora era la Señora Ford. A partir de ese momento, nadie se atrevería a intimidarla o humillarla nunca más.

"¿Cuándo?", preguntó ella de nuevo.

"Este fin de semana", respondió Sebastian de inmediato.

"Entonces…". Sabrina hizo una pausa antes de continuar: "Después del banquete familiar, quiero hacer un viaje de regreso a mi ciudad natal".

Cuando escuchó a la Señora mencionar su ciudad natal, el chófer no pudo evitar mirar hacia atrás. "Amo Sebastián…".