Castigado por su amor romance Capítulo 63

“¡Por favor, quítate de en medio!”. Sabrina demandó con disgusto, sin molestarse en mirar a la mujer frente a ella.

A ella nunca le agradaron las chicas de entornos adinerados, siempre metiendo las narices donde no debian.

Mindy se interpuso en el camino de Sabrina y continuó preguntando: “¿Estás necesitada de dinero?”.

“¡Métete en tus asuntos!”, replicó Sabrina.

“Sé que eres solo otra chica que quiere escalar hasta la cima pero que no tiene idea de cómo hacerlo. Elegir ser una de las camareras en la fiesta que la Familia Ford celebró con el propósito de encontrarle una esposa al Amo Sebastian, y usar eso como trampolín fue bastante ambicioso. Desafortunadamente, solo terminaste siendo usada por él”.

Sabrina no tenía intención de perder el tiempo con esta mujer y no quería nada más que irse con toda la comida que había comprado, pero se sentía impotente con Mindy bloqueando su camino en la entrada.

“Tienes buen gusto”, prosiguió Mindy, “Para haber elegido a mi primo Marcus como tu objetivo en la fiesta. Puede que no seas consciente de esto, pero la Familia Shaw solo es superada por la Familia Ford en términos de riqueza y poder. Lamentablemente, la Familia Shaw también es conocida por ser extremadamente estricta con la disciplina y mi abuelo y la Familia Shaw nunca permitirán que suceda algo entre tú y mi primo. Por eso, precisamente, a pesar de su cortesía, se negó a prestarte dinero”.

Las palabras de Mindy apuñalaron el corazón de Sabrina como flechas afiladas, recordándole una vez más como ella había hecho el ridículo al pedir la ayuda de Marcus en la fiesta de Sebastian.

Era probable que hubiera sido conocida por toda la comunidad de élite cuando la gente chismoseaba sobre ella, diciendo cosas como: “Mira a esa lamentable campesina. ¿Cómo se atreve a pedir dinero como primera línea en una conversación con un extraño? ¿Acaso cree ella que el dinero crece en los árboles?” “O, bueno, fueron solo dos mil, pero supongo que los mendigos no pueden darse el lujo de pedir más. Qué tonta”.

“¡Sabrina, detente ahí mismo!”, gritó Mindy desde atrás: “¿No necesitas dinero? Aquí tengo una manera de que ganes lo que necesitas. No te preocupes al pensar que miento sobre esto, ¡mi tía es la nuera de la Familia Shaw!”.

Sabrina se detuvo y contempló la oferta, realmente necesitaba el dinero. Lo único que podía despertar su interés de manera tan efectiva en este momento era mencionar una forma de ganar lo que necesitaba rápidamente, ya que eso significaría que podría devolverle a Nigel los tres mil dólares que le había pedido prestados. Finalmente, Sabrina se dio vuelta para mirar a Mindy.

Mindy se rio y explicó: “Sabrina, dentro de unos días habrá una fiesta de crucero entre las élites. Necesitamos un payaso que actúe en la fiesta y sorprenda a los invitados con diferentes escenarios. Es posible que se requiera que el payaso interprete a una bruja, o una madrastra o incluso a una prostituta de Londres, personajes que luchan a su manera. Pero, por supuesto, nuestra intención no es burlarnos de ellos. Si el espectáculo en el crucero transcurre sin problemas, es posible que te ganes diez mil dólares de las propinas que se obtienen en tres o cuatro horas”.

Las palabras “una noche”, “tres o cuatro horas” y “diez mil” habían llamado la atención de Sabrina, pero no era lo suficientemente ingenua como para pensar que la mujer frente a ella le estaba haciendo esta oferta por su bien.