Castigado por su amor romance Capítulo 821

El hombre estaba agotado.

Estaba durmiendo en sus brazos flexionados y siendo regañado por ella, pero sin darse cuenta.

Justo en ese momento se dio vuelta y una de sus manos sujetó el brazo de Sabrina, y su otro brazo cruzó su pecho para sostener su otro brazo.

“Sí… es todo tuyo. Te daré todo”, murmuró el hombre.

"¿Qué?". Sabrina estaba desconcertada.

El hombre continuó murmurando: “El mundo que he construido, es todo tuyo… No, no, no, también está Aino. También es de Aino”.

Sabrina se quedó sin palabras.

Inexplicablemente, una sensación de dulzura surgió en su corazón.

Ella lo señaló con un dedo y murmuró suavemente: “¿Acaso somos felices por esos mundos tuyos? ¡Ni siquiera son alimentos y bebidas que se pueden consumir! ¡Aino y yo solo te queremos a ti, entiendes! Mientras estemos juntos como una familia de tres, no importa si la vida se torna un poco difícil. Yo puedo soportar las dificultades. No solo eso, sino que también te apoyaré a ti y a Aino. No me subestimes. Mientras estemos juntos como una familia por el resto de nuestras vidas, siempre los apoyaré a ambos".

Sin embargo, cuando Sabrina pensó en su esfuerzo para mantenerlos a él y a Aino, se rio un poco.

Por la forma en que él desató su lujuria anoche, ¿aún podría salir a trabajar?

Aunque amaba mucho su trabajo, prefería quedarse al lado de él y Aino.

Cuando pensó en su trabajo, miró la hora en su teléfono. Ya era hora de levantarse e ir a trabajar.

Justo en ese momento, sonó su teléfono. El sonido repentino de la llamada asustó a Sabrina. Le preocupaba que él se despertara, así que colgó de inmediato. Después de eso, sacó su brazo de debajo de su cabeza con cuidado y sigilosamente recogió su camisa del suelo para ponérsela. Luego, se fue con su teléfono.

Era el director quien la llamaba.

Sabrina supuso que el director quería preguntar acerca de lo sucedido anoche en el bar karaoke, así que subió al último piso para llamarlo.

“Director, lamento lo sucedido ayer”, dijo Sabrina en tono de disculpa.

Al otro lado de la línea, el director dijo emocionado: “¿Qué pasó ayer, Sabrina? No sé de qué hablas. Recibí una llamada del Director Shaw temprano para decirme que a las seis de la mañana, recibió una solicitud muy buena de trabajo. Es un tesoro que cayó del cielo. El Director Shaw me pidió que estuviera mentalmente preparado y que convocara a todo el personal del departamento de diseño, es por eso que te llamo tan temprano…”.

Sabrina dijo: “No me voy a cambiar. Después de desayunar, iré a dormir un rato. Tu papá te llevará al jardín de infantes hoy”.

Ella necesitaba recuperar su noche de sueño perdida.

No solo tenía sueño, sino que su cuerpo necesitaba recomponerse también.

"¿Te has tomado el día de hoy libre?", preguntó el hombre fríamente.

Sabrina no sabía qué decir.

Después de un momento, ella preguntó: "¿Tú... todavía... quieres que yo... vaya a trabajar en la empresa?".

La expresión del hombre se mostró muy calmada, y su tono era tan tranquilo como si tuviera amnesia. "No estás enferma, así que, ¿por qué no debería dejarte ir a trabajar hoy?".

Sabrina lo miró con sorpresa.