Castigado por su amor romance Capítulo 900

Solo entonces, Kingston dijo: “Señora, por el momento, nadie sabe que estamos aquí en Isla Estrella. La persona que nos ha venido a recoger es un hombre nuestro”.

Sabrina asintió aliviada. "Está bien."

Los cuatro subieron al coche al mismo tiempo, con Kingston sentado en el asiento del pasajero al frente.

Sebastian, Sabrina y Aino se sentaron en el asiento trasero.

En el momento en que subieron al coche, la pequeña princesa miró felizmente por la ventana, disfrutando del paisaje de Isla Estrella.

A pesar de que Isla Estrella era solo un pequeño pedazo de tierra, tan grande como una pequeña ciudad, el paisaje aquí era increíblemente hermoso. El clima era cálido y húmedo.

Al ver como la niña suspiraba y jadeaba sorprendida ante el hermoso paisaje, Sabrina cambió de asiento con ella, dejándola tomar el asiento junto a la ventana, para que le fuera más fácil mirar el paisaje exterior.

Frente a ellos, el conductor informó sobre la situación actual a Sebastian y Sabrina mientras conducía.

"Amo Sebastian, Señora, ayer los soldados y las armas que Axel Poole desplegó desde Ciudad Kidon llegaron al lugar".

Al escuchar las palabras del conductor, Sabrina miró a su esposo con una expresión sorprendida. "Ax... Axel Poole proporcionó... soldados y armas a la Familia Payne otra vez?".

Sebastian sonrió ligeramente.

Levantó el brazo y lo envolvió alrededor de Sabrina, luego le preguntó al conductor con un tono profundo y tranquilo: "¿Todos ellos han sido almacenados de forma segura en nuestra bodega?".

El conductor asintió. "No se preocupe, Amo. Todos se han almacenado de forma segura en nuestra bodega y se han enumerado de manera correspondiente".

Sabrina miró a Sebastian. "¿Qué…? ¿Qué está pasando?".

Sebastian la miró con amor y dijo misteriosamente: "Lo que no debes saber, no lo preguntes".

Sabrina asintió de inmediato. "¡Está bien! ¡No voy a preguntar más, querido! Me siento segura mientras nuestra familia de tres esté junta. ¡Ya sea en el cielo o en el infierno, los tres siempre debemos estar juntos!".

Sintió que se iba a quedar ciego por el brillo de felicidad que la envolvía.

¿Cómo podía soportar mirarlos?

Pero cuanto más trataba de apartar la mirada, más ansiaba mirar por el espejo retrovisor.

En el espejo retrovisor, el Amo Sebastian lucía tranquilo y sereno, mientras que la Señora aún lucía como si estuviera ebria de felicidad.

El conductor no había visto al Amo Sebastian en un año. El año pasado lo vio cuando fue a Ciudad del Sur para su informe anual. En ese entonces, se veía bastante frío y distante. Ahora, un año después, los cambios en él habían sido dramáticos.

Había escuchado rumores de que el Amo Sebastian ahora tenía una esposa y una pequeña princesa a su lado, lo que lo había hecho cambiar dramáticamente. Antes era un hombre frío y cruel, para nada interesado en las mujeres, pero ahora le tenía miedo a su esposa.

No solo eso, era prácticamente el esclavo de su hija.

Sus subordinados, que estaban lejos en Isla Estrella, no creyeron para nada en los rumores, hasta que lo vieron con sus propios ojos.