Castigado por su amor romance Capítulo 902

Sabrina se sobresaltó y se arrojó al coche sin pensarlo dos veces. Agarró a Aino en sus brazos. "¡Aino! ¡No te asustes, bebé! ¡Mami está aquí! ¡Mami está aquí contigo!".

Para cuando se dio la vuelta, la puerta del coche se había cerrado.

Sabrina: "…".

Miró a su alrededor.

Sentado junto a ella y Aino había un hombre con un par de gafas de sol. Un leve aroma salía de su cuerpo, y, de hecho, olía bastante bien.

"¿Qué…? ¿Qué quieren?". El corazón de Sabrina latió rápido. Abrazó a Aino con fuerza contra ella, mientras miraba con odio al hombre que llevaba puestas las gafas de sol.

El hombre permaneció en silencio.

Tampoco las miraba.

Acurrucada en los brazos de su madre, Aino reprimió su miedo y sus lágrimas, y también miró con odio al hombre. Ella frunció los labios y gritó: "¡Eres malo! ¡Deja que mi Mami y yo nos vayamos ahora mismo! Si no lo haces, ¡te arrepentirás!”.

El hombre se burló: "¡Ja!".

Su voz era baja, solo fue un ligero sonido de su garganta.

Sabrina sospechó al escuchar su voz. Ella gritó con incredulidad: "¿Eres... Holden Payne?".

Holden se puso rígido. Entonces, se quitó las gafas de sol y miró a Sabrina con una expresión amable en su rostro. "Sabrina, finalmente estás aquí".

Sabrina: "…".

Estaba tan sorprendida que se quedó sin palabras durante un segundo.

¡Ella no sabía a quién culpar!

Desde su perspectiva, Sebastian no era un hombre que hablara por hablar. Si decía que este lugar era seguro, significaba que su esposo ya había tomado todas las precauciones necesarias.

Pero, ¿qué estaba pasando ahora?

"¡Por ​​supuesto que eres tú, bebé! Dime, ¿siquiera mides un metro de altura?". A Holden le agradaba mucho la pequeña niña que tenía delante.

Tal vez, a esto se referían cuando dijeron: "El que ama el árbol, ama la rama".

¿O tal vez, esto se debió a que ya tenía poco más de 30 años y, sin embargo, seguía solo?

Cual fuera la razón, se enamoró cuando vio a esta niña de rostro animado que estaba abrazando a su osito de peluche y vestía ropa elegante.

¡Después de todo, ella era la hija de Sabrina!

De ahora en adelante, la trataría como a una princesita.

En cuanto vio a Aino, Holden inmediatamente le ordenó a sus subordinados: "¡Agarren a la niña!".

¡No sabía que Sebastian ya se había infiltrado en la isla, e incluso había traído a su esposa e hija con él!

¡En la guerra por Isla Estrella, Sebastian vino preparado con armas en llamas! Bueno, ¡los hermanos Payne tampoco eran unos simples tontos!