Castigado por su amor romance Capítulo 904

En el momento en que Sabrina levantó la cabeza, se encontró con Selene.

Al verla nuevamente después de un largo período de ausencia, Selene se veía realmente demacrada. La piel de sus mejillas tenía un tono amarillento, como un zombi arrugado al que le habían chupado la sangre.

Sin embargo, seguía con la misma actitud agresiva.

Por su parte, Sabrina se veía muy tranquila.

Ella siempre había sido así.

Cuanto más peligrosa era la situación, más tranquila se mostraba.

Presionó su boca contra la oreja de su hija y dijo: "Bebé, en un momento, agarraré las piernas de la mujer y la presionaré contra el suelo. Entonces, tienes que correr. Corre tan lejos como puedas. ¿Recuerdas el camino que tomamos cuando entramos?".

Madre e hija se entendieron de manera tácita.

Antes, cuando Sabrina entró por primera vez a la residencia Ford con Sebastian, le dijo en secreto a Aino que corriera lo más lejos que pudiera si notaba algo extraño en el lugar, ésto con la condición de que recordara por dónde habían entrado.

En ese momento, Aino le dijo suavemente a su madre: "Lo recuerdo, Mami".

"¡Bien!". Sabrina se levantó lentamente. Ella no habló, pero mantuvo sus ojos fijos en Selene.

Selene hablaba cada vez más alto. "Entonces, Sabrina, ¿estás muerta de miedo ahora? Nunca esperaste que Holden te capturara y te trajera a la mansión Payne tran pronto llegaste a la isla, ¿verdad? ¿Creías que tu esposo era omnipotente? ¿Quieres apoderarte de mi isla?".

"¡Sigue soñando!".

"Aino, no te muevas. Ella está bloqueando la salida. Todavía sospecha de nosotras, así que no te muevas. ¿Entiendes, bebé?”. Sabrina continuó susurrando suavemente al oído de Aino.

"Sip". Aino asintió.

Por su parte, Selene se sentía cada vez más complacida consigo misma mientras miraba al par de madre e hija que se abrazaban y tenían una expresión temerosa.

¡Ja!

Después de las múltiples vueltas de la vida, Sabrina había caído en sus manos finalmente.

Aino trepó por el espacio entre sus piernas, giró y se subió a su cabeza.

"¿Quién te dijo que puedes intimidar a mi Mami? ¡¿Quién dijo que podías intimidar a mi Papi?! ¡Ah! ¡Te golpearé hasta la muerte! ¡Te mataré a golpes! ¡Te romperé la cabeza en pedazos!". La pequeña no sabía cómo controlar su fuerza.

Ella solo sabía que esta mujer era muy cruel.

En Ciudad del Sur, intimidó a su madre una y otra vez, ¡e incluso trató de robarle a su padre!

Hacía mucho que no la veía, y sin embargo, en cuanto la volvió a ver, la mujer seguía siendo tan arrogante como antes. ¡No solo quería matar a su madre, sino que ahora también a su padre, ¡y quería que él las matara a ella y a su madre!

¡Qué mujer tan detestable!

Aino estaba sosteniendo un gran oso de peluche.

Los ojos del oso podían quitarse y cambiarse a un color diferente. Aino le quitó los ojos al oso, que eran firmes y sólidos, como un par de pequeñas bolas de acero.

La pequeña guerrera golpeó repetidamente a Selene en la cabeza con los dos ojos pequeños.