(COMPLETO) ¿Enemigos o amantes? romance Capítulo 37

Hoy haré algo que no me atrevía a hacer por miedo, no deseaba hacer esto, sabía que esta se podía convertir en la última vez en la que podría verlo, pero ya no había marcha atrás, necesitaba una excusa y esta era la única que se me ocurrió.

Para mi sorpresa cuando llegué a la entrada de su casa y hablé con los guardias pidiéndoles permiso para ingresar hasta la puerta principal, ellos no dudaron en hacerlo, ni siquiera me hicieron preguntas, simplemente me abrieron la puerta como si no supieran que Andrew y yo ya no somos novios.

Aún duele decir eso, cada vez que pienso en la forma en la que terminó nuestro romance, en mi vientre se forma un nudo e inconscientemente tengo esas malditas ganas de llorar. Ahora no puedo tenerlas, de hecho, ahora simplemente debo tocar el timbre y esperar que una de las sirvientas que me atendió, llame a Andrew.

No quise entrar, al principio pensaba en que podría entrar y hablar con él, sin embargo, mi cabeza tras ver la puerta revivió aquel día en donde todo terminó. Gracias a esto no fui capaz de entrar, así que me quedé esperando fuera sintiéndome muy nervioso.

No debería de estarlo, no he venido aquí hoy para recuperarlo, sin duda no merezco su perdón. Claro que no pude evitar emocionarme cuando Andrew salió para atenderme, mi corazón en ese momento se aceleró, las palabras no querían salir de mi boca justamente porque mi atención la tenían sus hermosos ojos de color celeste, además de esos seductores labios que tanto añoraba acariciar.

Como era de esperarse, Andrew al verme parecía confundido, sin duda no se esperaba mi visita, así que antes de que me rechazara, me decidí por cortar el silencio que se había formado entre nosotros.

–Sé que no debería de estar aquí, de hecho, no planeo quitarte mucho tiempo, más bien sólo quería devolverte tus llaves–le informé tratando de no actuar de forma errónea. Por supuesto que él frunció el ceño sin comprender mis palabras hasta que le entregué las llaves de la moto que él me había regalado.

Nunca pensé que esto me costaría tanto, la moto en realidad me daba igual, pero cuando le estaba entregando las llaves mi mano rozó gentilmente la mía logrando que mi cuerpo entero se estremeciera acelerando el doble los latidos de mi corazón.

–No tienes que hacerlo, te la he regalado a ti, además el casco está a tu nombre junto a toda la documentación– me respondió con seriedad.

Creí que me hablaría con rechazo como aquella vez, sin embargo, no fue así, más bien me hablaba con bastante madurez. Eso no era bueno, por culpa de ello deseaba besarlo, quería arrojarme a sus brazos para besarlo y devorar su boca como solía hacer antes cuando sus ojos no me miraban con tristeza.

Ag… que lindo se veía, incluso siento que se ve aún más atractivo que antes, su mirada no tenía aquel mágico brillo que lo caracterizaba, sin embargo, seguía viéndose muy lindo. Sé que no podía pedirle un abrazo, ni mucho menos un beso, estoy seguro que me habría mandado a la mierda, si fuese al revés yo también lo haría, de hecho, no puedo culparlo, le hice mucho daño y me odio por eso.

No sé si en el futuro lograremos vernos, es muy probable que sí, el mundo no es tan grande, aunque claro, seguramente él tendrá un nuevo novio, mientras que yo seguramente tendré que actuar como un padre responsable…

Sin duda, la vida que proyecto para mi futuro es una mierda comparada a todos los planes que deseaba tener con él, partiendo por el hecho de tener una casa, hijos, un trabajo que nos permitiera estar juntos y, sobre todo, mi objetivo en la vida era despertar cada mañana a su lado.

En fin… supongo que mis sueños se acabaron aquella horrible mañana en donde desperté con mi ex en la habitación de un motel.