Conquistando al Hermano de Mi Exnovio romance Capítulo 120

Daniel frunció el ceño. —¿Qué he hecho?

—Daniel, ¿acaso no sabes lo que hiciste? —A pesar de su miedo, Leire sostuvo la mirada de Daniel.

Sus palabras dejaron a todos los presentes confundidos.

Solo Brisa, con los ojos turbios y el rostro pálido, apretó las manos que colgaban a sus lados.

Al ver la reacción de Brisa, Angélica también se sorprendió en silencio. ¿Será que don Octavio ya sabía de su embarazo?

Daniel miró de reojo a Brisa, casi imperceptiblemente.

Brisa negó con la cabeza discretamente.

Ella no le había contado a nadie sobre el embarazo.

—Leire, debes pensar antes de hablar —dijo Daniel, con una mirada sombría.

—Si Daniel no está al tanto, entonces yo lo diré —afirmó ella.

Viendo esto, el médico de la familia se retiró discretamente. El mayordomo también hizo una señal para que los sirvientes se retiraran.

—Leire, no puedes acusar a Daniel solo porque es tu padre —dijo la señora Sheila, con desagrado—. Ustedes no han hecho ninguna contribución a la familia Herrera, solo difaman. Si no fuera por Daniel y Genaro, ¿cómo podrías vivir tan cómodamente y con tanto prestigio?

—Tía Sheila, el Grupo Herrera fue fundado por mi abuelo, ¿por qué no podríamos vivir así sin Daniel y el tío Genaro?

Leire se defendió y continuó: —La última vez, fuera del estudio, escuché personalmente a Daniel malversar 2.8 millones de dólares de la empresa. En ese momento, mi abuelo sufrió un ataque al corazón. Fue después de eso que su salud empeoró cada vez más. ¿No debería culparse a Daniel?

Angélica quedó en shock. ¿Daniel había malversado 2.8 millones de dólares de la empresa?

Su memoria la llevó de regreso a dos meses atrás. Aquella noche, Daniel trabajaba horas extra en la empresa y ella fue a llevarle comida en secreto.

Justo vio al director financiero salir de su oficina.

Cuando entró, todavía podía oír la frase "lavado de dinero".

Al verla en la puerta, de inmediato dejaron de hablar del tema.

Después de que el director financiero se fue apresuradamente, Daniel la regañó por no haber avisado antes de llegar y por dejar que la gente de la empresa la viera.

¿El lavado de dinero estaba relacionado con esos 2.8 millones de dólares?

Justo cuando Leire terminó de hablar, Beni la reprendió: —¡Leire, no hables sin saber!

Genaro también se enojó y dijo: —¡Beni, esta es la hija que has criado, aprendiendo a espiar!

Beni se disculpó humildemente mientras regañaba a su hija por ser irresponsable.

Angélica, desde la distancia, miró a Daniel. Aunque su rostro seguía sombrío, había un claro alivio en sus ojos.

Incluso Brisa parecía recuperar algo de color en su rostro.

—Tío Daniel, tío Beni, el abuelo aún está inconsciente.

Mientras continuaban discutiendo, Martín, que había estado en silencio, habló con calma.