Conquistando al Hermano de Mi Exnovio romance Capítulo 140

—Tengo una idea,— dijo Rosa mientras continuaba:

—Deberías pedir ayuda a Martín.

Angélica dejó el tenedor: —¿Él?

—Sí, aunque Daniel sea el heredero del Grupo Herrera, la familia de Martín tiene un estatus más alto en la familia Herrera. Martín es el único hijo del Vicealcalde Uriel. ¿Acaso no tiene voz en la familia Herrera? Si él accede a ayudarte, ¿no resolvería eso fácilmente tu problema?

Las palabras de Rosa tenían sentido, pero solo pensar en pedir ayuda a Martín...

Las imágenes ambiguas comenzaron a aparecer en su mente.

Si él la hubiera querido, ya le habría ofrecido su ayuda, pero nunca lo mencionó.

Eso significaba que tal vez solo le tenía un poco de afecto, pero no lo suficiente como para querer ayudarla.

Justo al regresar a la empresa, Sonia la llamó a su oficina. Comenzó con sarcasmo y luego, de mala gana, le informó que tenía una cena con el director del hospital esa noche.

—Originalmente, no calificabas, pero al señor Vicente realmente le gusta tu estilo de diseño. Quiere que vayas también para charlar contigo.

Angélica, fingiendo no notar el disgusto de Sonia, expresó su agradecimiento: —Gracias, Sonia, por darme esta oportunidad. Prometo valorarla y no decepcionarte.

Sonia estaba realmente enojada. ¿Acaso no podía leer las expresiones de los demás?

Pero ella había sido secretaria del presidente de Grupo Herrera por tres años. ¿Cómo podía ser posible?

Si hubiera sido otra persona, ya no habría soportado ser objeto de tal trato y habría renunciado voluntariamente.

Ella actuaba como si nada... ¡y aun así le agradecía!

Sonia tomó su celular sobre el escritorio y envió un mensaje: [No será fácil que ella renuncie en una semana.]

Un minuto después, la respuesta llegó: [Si no lo logras, esa persona no te dejará ganar el título de la mejor diseñadora.]

...

Después del trabajo, Angélica y Sonia se dirigieron juntas en auto al restaurante.

Cuando estaban cerca, Sonia recordó que había olvidado algo.

—No traje el informe de evaluación para el señor Vicente, vuelve a la empresa a buscarlo.

—Está bien, ¿dónde está?

—En mi escritorio.

Angélica inmediatamente salió del auto. Era plena hora pico, lo que hacía más difícil tomar un taxi.

Finalmente, consiguió uno, pero se encontró con tráfico en el camino y tardó en volver a la empresa.

De hecho, había documentos en el escritorio. Angélica se acercó y descubrió que había muchos informes de evaluación, más de una docena.

Intentó llamar a Sonia.