Conquistando al Hermano de Mi Exnovio romance Capítulo 169

Angélica descubrió en internet que el reloj que Daniel llevaba tenía una gran capacidad de almacenamiento.

Si Flavio no tenía la información, entonces era muy probable que estuviera en ese reloj.

Solo tener la evidencia en sus propias manos le daba tranquilidad.

Necesitaba encontrar tiempo para investigar cuanto antes.

Con ese pensamiento, Angélica se sumió en un profundo sueño.

En mitad de la noche, medio despierta, sintió un frío sobre su cuerpo.

Justo cuando notó el frío, desapareció, como si la hubieran cubierto con una gruesa cobija.

Demasiado cansada para abrir los ojos, con los párpados temblando, a través de una estrecha rendija vio una figura borrosa salir por el balcón.

No podía distinguir si era un sueño o la realidad, Angélica parpadeó un par de veces y volvió a quedarse dormida.

Por la mañana, al despertar y sentarse, descubrió que no estaba cubierta con una manta, sino con un delgado edredón de plumas.

Confundida, al levantar la cabeza vio que la puerta del balcón estaba cerrada.

Estaba segura de que no había cerrado la puerta la noche anterior.

Al recordar ese "sueño", Angélica supo que no había sido un sueño, sino Martín.

Había entrado a su habitación desde el balcón en plena noche.

¿Pensaría que ella no se enojaría o que era fácil de engañar?

Con resentimiento en su corazón, Angélica de inmediato se levantó y cerró con llave la puerta del balcón desde dentro.

...

En la casa de los Solano.

Justo después del desayuno, un empleado de servicio entró apresuradamente, anunciando que la señora Eloísa había llegado.

Eleazar se sorprendió enormemente, pues una mujer de la estatura de la señora Eloísa raramente visitaba su hogar.

Inés también estaba asombrada y dijo: —Si la señora Eloísa viene, podría ser para comprometer a Martín con nuestra hija Celia.

Después de todo, habían visto lo que se hablaba en redes sociales.

Celia les había asegurado con confianza que se casaría con Martín y había insinuado que ya estaban juntos.

Aunque habían sido fotografiados sin su consentimiento, estas cosas son normales entre parejas.

Solo que ahora había pasado de ser un secreto a ser de conocimiento público.

La señora Eloísa había venido para explicarles personalmente.