Conquistando al Hermano de Mi Exnovio romance Capítulo 173

Angélica no quería quedarse más, se apoyó en su bastón y empezó a caminar hacia la salida.

De repente, Inés corrió hacia ella para detenerla:

—Fuiste criada por nosotros, ¿qué te cuesta hacer algo por Celia? Solo le dio un poco de medicina a Martín, no es para tanto. ¿Vas a permitir que ella vaya a prisión? ¡Qué cruel eres!

Angélica no respondió y continuó su camino.

Inés la agarró directamente, sujetando su muñeca izquierda con fuerza.

Un dolor sordo la invadió de inmediato.

—¡Ya suéltame!— Angélica se volvió y la miró furiosa.

—¡No te dejaré ir a menos que aceptes!— Inés se negó a soltarla, incluso apretando más.

Angélica luchándose oponia mientras miraba hacia su padre.

Parecía preguntar, ¿vas a permitir que Inés me haga daño así?

Pero él no mostró ninguna reacción, en cambio, se unió diciendo: —No te llamé hoy para pedir tu aprobación, sino para darte una orden. Si no aceptas, detendré inmediatamente todos los tratamientos médicos de tu madre.

Angélica, enfurecida, replicó: —¿Acaso todavía me consideras tu hija?

—Siempre has sido mi hija.— Eleazar hizo que Inés la soltara y añadió: —Decide tú misma qué hacer.

Furia, decepción y finalmente desolación.

Angélica se dijo a sí misma que a partir de ese día, ya no tendría familia.

—Bien, pues esta es la última vez que accedo, considerarlo como pago a tu crianza. De ahora en adelante, no tengo padre.

Dicho esto, Angélica se dio la vuelta decidida.

Eleazar frunció el ceño por un momento, mostrando un atisbo de culpa apenas perceptible.

Inés lo agarró: —¿Ella realmente aceptó?

Eleazar, irritado, se soltó, —Todo esto es culpa tuya por malcriar a la mocosa de la Celia, haciendo que otros resuelvan sus malditos problemas. ¡Si hay una próxima vez, tampoco me importará!

Luego se dirigió a su estudio.

Celia, que estaba en un rincón, se acercó rápidamente, —Mamá, ¿papá realmente ya no se preocupa por mí?

—Ella ya rompió la relación con la familia Solano, tu padre ahora solo tiene una hija, ¿cómo podría no preocuparse?

—¿Entonces Angélica realmente encontrará una manera de evitar que me responsabilicen?

Inés sonrió complacida: —Si quiere que su madre siga viva, por supuesto que encontrará una manera. — Luego, añadió con emoción: —Vanessa, aunque te conviertas en un vegetal y ni te puedas mover, todavía tienes que servir a mi hija.

...

—Te busco para preguntar, ¿es posible que la señora Eloísa deje en paz a Celia?

Sin mostrar ninguna preocupación, Angélica fue directa.

Martín la miró por un largo rato antes de hablar: —¿Me ves y no tienes otra cosa que decir?

Se encontraba en una reunión, pero la interrumpió tras recibir el mensaje de Angélica.

Incluso dejó de lado su trabajo urgente.

Sabía que ella había estado evitándolo estos últimos días, recibir un mensaje suyo era como si un prisionero recibiera un indulto.

Pero al llegar, ella solo preguntó si podían dejar en paz a Celia.

Angélica miró tranquilamente a Martín: —¿Qué esperas pues que diga? Ni siquiera mencionaste que te dieron burundanga y así te drogaron, ¿no?

—Sabes.

—Si no fuera porque mi padre me pidió, por supuesto que no lo sabría, ya que no planeabas decírmelo. — Incluso admitió que le gustaba Celia.

Ella no entendía por qué él hacía eso.

—Hay cosas que no puedo decirte ahora...

—No importa, no necesitas darme ninguna explicación, tampoco quiero saber, después de todo, no tenemos ninguna relación.