Conquistando al Hermano de Mi Exnovio romance Capítulo 179

Al volver, Daniel tenía en sus manos una cajita transparente.

Contenía un pastel rojo.

—Este pastelito de aquí viene de la mejor pastelería local, pruébalo a ver si te gusta.

Mientras hablaba, Daniel abrió la caja con cuidado, sacó el pastel y lo sostuvo frente a ella.

Angélica lo miraba sin moverse.

—¿Qué sucede? — preguntó él, con una sonrisa confusa.

Si él nunca hubiera sido infiel, si realmente la amara, ella estaría feliz en ese momento.

Lamentablemente, un afecto tardío es lo menos útil.

Ella le contradijo, —No tengo hambre.

—Es verdad, olvidé que acabamos de cenar, cómo ibas a tener espacio para más, — dijo Daniel, volviendo a poner el pastel en la mesa: —Solo quería verte disfrutar algo que te gustara, eso me hace feliz.

Angélica guardó silencio y se levantó, —Me voy a mi habitación.

—Angélica.

Daniel la detuvo, —Mañana Martín también irá al hospital con nosotros, y si él se entera, es posible que el abuelo también lo sepa.

Angélica lo miró sin expresión: —No le permitiré que se lo diga al abuelo.

Porque aún no era el momento adecuado.

Daniel se acercó y tomó su mano, con sinceridad: —Muchas gracias, Angélica, confía en mí, no te fallaré de nuevo.

Angélica bajó la mirada hacia otro lado, y su mano se fue soltando poco a poco: —Me voy.

...

Al día siguiente por la mañana, Martín conducía personalmente, mientras Angélica y Brisa estaban sentadas en el asiento trasero.

Brisa parecía preocupada, mirando a Angélica con una expresión que sugería que Martín podría descubrir algo.

Angélica decidió contarle la verdad: —Martín ya sabe.

Brisa se sorprendió.

Martín miró a través del espejo retrovisor, con un tono indiferente: —Esto es algo entre tú y Daniel, no me meteré, ni lo diré a nadie.

Brisa suspiró aliviada, pero aún cautelosa, insegura: —¿Pero debería revisar todo de nuevo al llegar al hospital? Ese médico es el médico personal de señor Uriel...

Además, ella era la bisnieta de un compañero de armas del abuelo de su juventud, naturalmente le daría importancia.

—Si es por eso, no hay nada de qué hablar.— Martín hizo una pausa, —Pero el abuelo ha estado investigando a Daniel recientemente.

Mientras encargaba a Teodoro investigar en secreto los negocios ilegales de Daniel, descubrió que otro grupo también lo estaba investigando.

Pero aquellos se centraban más en los movimientos de Daniel.

Martín hizo que Teodoro descubriera quién estaba detrás de ese grupo y resultó ser gente enviada por don Octavio.

Esto dejó a Angélica congelada en su lugar.

Después de un momento, miró fijamente a Martín y preguntó: —¿Estás diciendo que el abuelo podría saber ya sobre la relación entre Daniel y Brisa?

—No estoy seguro.

Angélica frotaba nerviosamente sus dedos, y dijo: —Si el abuelo sabe que Daniel y Brisa están juntos, entonces sabrá que lo que ve entre Daniel y yo no es lo que parece, ¿crees que también podría saber sobre... sobre nuestras cosas?

Martín, observando su expresión preocupada, de repente habló en un tono más ligero:

—Es muy probable, tal vez los hombres del abuelo nos están espiando en secreto ahora mismo.