Conquistando al Hermano de Mi Exnovio romance Capítulo 191

Angélica estaba nerviosa.

¡Daniel lo sabía muy bien!

Antes de que pudiera responderle, él dijo: —Ayer descubrí que había un problema con las cámaras de seguridad, mandé a repararlas y vi que anteayer por la noche, tu auto estaba estacionado fjusto rente a la villa.

Después de esa noche, recordó las cámaras de la villa.

Si Daniel las revisaba, seguro descubriría todo.

Por eso le pidió a Brisa que eliminara las imágenes donde ella aparecía.

Luego, Brisa también le informó que, por seguridad, habían contratado a un profesional para eliminar los datos, incluso los del servidor, mientras Daniel no estaba.

Pero, para su gran sorpresa, los videos de vigilancia fueron restaurados.

—Sí, dejé una prenda esa noche y fui a recogerla, y entonces...— se detuvo con una sombría risa.

No necesitaba decir más, Daniel entendería lo que quería expresar.

—Te equivocas, ese día me sentía mal y no regrese a donde los Herrera, ella se enteró y vino a cuidarme por su cuenta, no pasó nada entre nosotros.

Angélica, con voz helada y sarcástica, preguntó: —¿Ah sí? ¿Y ella vino a cuidarte vestida tan ligeramente?

Su voz sonaba bastante enojada, pero las manos que sostenían el celular ya estaban sudando frío.

En un principio, Daniel había instalado solo dos cámaras en la villa, una en la entrada y otra en la sala.

Considerando su privacidad, decidió mejor no poner más en otros lugares.

Angélica no estaba segura de cuánto se había restaurado el video, solo podía fingir que había descubierto que estaban juntos de nuevo y que estaba muy enojada.

—Si no me crees, los tres podemos confrontar la situación. — Daniel lo dijo con total sinceridad, como si realmente fuera así.

Angélica se rió.

Luego, su tono se hizo más débil a propósito: —Tú lo dices todo, ni siquiera sé si debo creerte.

Al oír su tono, Daniel pareció relajarse un poco, —Te lo aseguro.

—Sabes, no quiero escucharlo.

—¿Tienes miedo de que me lastimen? ¿Verdad?— Daniel bromeó por un momento, su tono se relajó por completo, —Por cierto, vi que también fuiste al estudio, ¿tu ropa estaba en el estudio?

El corazón de Angélica se tensó de nuevo, su mente giraba con rapidez.

—¿Angélica?— Daniel lo llamó después de un largo silencio, confundido.

No había nada de ella en el estudio, su respuesta tenía que ser razonable para no dejar que él sospechara nada.

—Uh, fui al estudio porque estaba muy enojada, temía actuar de manera impulsiva y golpearla, y si eso afectaba al niño que lleva dentro, ¿no tendría que tener al niño? Tú prometiste que no tenía que hacerlo, que yo podría ser la madre de ese niño.

Esa era la explicación más razonable.

—En realidad, podríamos tener uno, vivir felices los tres, y de esa manera yo dejaría todo a nuestro hijo, luego viajaría contigo alrededor del mundo. Por cierto, siempre quisiste ver la aurora boreal, podríamos ir allí de luna de miel si deseas después de casarnos.

—Sí, planeo regresar al trabajo en un par de días.

—No en un par de días, regresó hoy. Ven conmigo a Altoviento, hay un proyecto allí que necesitamos inspeccionar.

—¿Ir a Altoviento hoy?— Angélica se sorprendió muchísimo.

—¿Qué diferencia hay entre hoy y los próximos días, o es que no planeabas volver tan pronto?

Las palabras de Sonia eran tan duras y tenían un tono de burla.

—No, no es eso, está bien, ¿a qué hora iremos?—Angélica preguntó.

—A las nueve y media, te espero abajo en la oficina.

—Está bien.

A las nueve y media estaré puntual, entonces no tendría tiempo para entregar la carta de denuncia en persona y no confiaba en enviarla por correo.

Tendría que esperar hasta regresar de Altoviento.

Angélica apresurada empacó un par de prendas más.

El teléfono celular volvió a sonar al lado, una y otra vez, como si fuera urgente.

Giró la cabeza y respondió con el rostro inexpresivo.

—¿Y ahora qué has hecho, que la familia Herrera ha venido a romper el compromiso?