Conquistando al Hermano de Mi Exnovio romance Capítulo 200

Angélica no sabía cuánto tiempo estaría Daniel fuera.

Si escapara ahora, podría ser justo cuando la atraparan.

Pretendía hacer ejercicio en el patio, observando de forma discreta a su alrededor con los ojos.

Todavía había dos personas en cada entrada y muchos sirvientes en el patio.

No es de extrañar que Daniel se sintiera seguro dejándola sola sin atarla; las posibilidades de escapar aún eran demasiado bajas.

Angélica hacía juiciosa ejercicio.

Bajas probabilidades no significan ninguna.

Pero ahora realmente no era un buen momento adecuado, necesitaba asegurarse de algo primero.

Justo la sirvienta que le había pedido una toalla sanitaria la noche anterior salía en ese momento de la habitación de enfrente, parecía que acababa de terminar de limpiar.

—Señorita, gracias por lo de ayer,— inició Angélica.

La sirvienta se mostró reservada, negando con la cabeza sin hablar.

—Quiero preparar algo que le guste al presidente Daniel, ¿cuándo regrese?

La sirvienta seguía negando con la cabeza, como si no pudiera hablar ene ese momento con ella.

Angélica recordó cuando estaba encerrada en la fábrica, la persona que le llevaba comida tampoco hablaba con ella.

—¿Está el asistente Blas? Iré a preguntarle.

Esta vez la sirvienta movió la mano, respondiendo a su pregunta; no esta.

Blas tampoco estaba...

Si solo fuera algo menor, Daniel podría haber enviado a Blas.

Pero ahora que ninguno de los dos estaba, debía ser algo importante, tal vez Daniel tampoco volvería pronto.

Angélica le dijo a la sirvienta: —Tengo hambre, por favor tráeme algo de comer a mi habitación.

Unos treinta minutos después ella regresó.

La sirvienta llevó la comida preparada al cuarto de Angélica.

Antes de llegar, vio que la puerta estaba entreabierta.

Empujó cuidadosa la puerta para entrar, pero no encontró a nadie.

De inmediato, dejó la comida a un lado y buscó en la habitación, luego corrió afuera gritando: —¡La señorita Angélica ha desaparecido! ¡La señorita Angélica ha desaparecido!

Al oír esto, todos los guardias corrieron aapesurados hacia la habitación.

—Se ha ido, ¿qué hacemos?— preguntó alguien.

—El asistente Blas dijo que teníamos que cuidarla bien, ahora que ha desaparecido, ¡todos tendremos problemas! ¡Todos, salgan a buscarla de inmediato!

—¿Debemos informar esto al asistente Blas?

—Encontrémosla primero.

Pronto, un grupo salió corriendo.