Conquistando al Hermano de Mi Exnovio romance Capítulo 81

¡Paf!

Eleazar levantó la mano y le dio una cachetada a Angélica.

Con la mejilla ardiendo, Angélica se cubrió la cara, con los ojos llenos de sorpresa y agravio, y también de lágrimas.

Miró hacia arriba, obstinadamente rehusándose a dejar caer las lágrimas.

Inés, así como Celia y Wálter en la puerta, también se quedaron mirando boquiabiertos.

El Eleazar de antes nunca habría abofeteado a Angélica, ni siquiera hablaba en voz alta.

Se podría decir que le había dado todo su amor paternal a Angélica.

Eleazar, furioso, la señaló:

—¡Te he criado para que me devuelvas el favor, y haces esto! Dijiste que me compensarías, ni siquiera quieres ser la esposa del presidente, ¿cómo piensas compensarme?

En ese momento, Celia se acercó a Eleazar para calmarlo, —Papá, no se enfade, la salud es lo más importante, si Angélica no le respeta, Wálter y yo sí lo hacemos.

—¡Mira, ni siquiera eres como Celia!

Eleazar se sentó de nuevo, su rostro se oscureció de ira.

Celia volvió a servir agua, la colocó frente a Eleazar y luego le dijo a Angélica: —Angélica, Daniel en realidad ha sido muy bueno contigo, ¿por qué esperas tanto de él? Además, ¿quién no comete errores? ¿Puedes asegurar que tú no has cometido ninguno?

Angélica giró bruscamente hacia ella, su mirada fría como un cuchillo afilado.

—¿Qué errores he cometido?

—¿Hace falta que te diga qué errores? Angélica, lo sabes bien en tu corazón, incluso si Daniel lo supiera, ¿no es que no ha dicho nada?

Tras escuchar, Angélica de repente entendió las palabras de Celia.

Pero, ¿cómo lo sabía? ¿Acaso ella también estaba en el Bar Azul esa noche? ¿Fue ella quien tomó la foto y se la envió a Daniel?

Celia está enamorada de Daniel y, por celos, tenía todas las razones para hacer eso.

—Todos cometemos errores, Ángela, escucha mi consejo, sé una buena esposa del presidente de Grupo Herrera, y no vuelvas a mencionar la anulación del compromiso.

Eleazar realmente no prestó atención a la conversación detrás de él; solo pensaba en detener la decisión de Angélica.

Angélica negó diciendo: —Sé que es por la empresa que no quieres romper el lazo matrimonial con la familia Herrera. Ya consulté con un amigo que trabaja en el Barrio Financiero en Nación de Solana, él dice que Grupo Solano está en declive debido a un modelo de negocio obsoleto y a no avanzar con los tiempos, siendo además una empresa familiar. Solo con mejorar estos dos aspectos y encontrar a los gerentes adecuados, la situación podría mejorar.

—Papá, si ponemos todas nuestras esperanzas en Grupo Herrera, eventualmente será Grupo Herrera quien nos controle. Ahora que sabemos cuál es el problema, te ruego...

—¡Cállate!

Eleazar, incapaz de soportarlo más, la interrumpió temblando de ira, su ya oscuro rostro lleno de furia.

—¡No escuchas nada de lo que digo! ¡Tú! ¡Vuelve ahora mismo a tu habitación! ¡Si te atreves a dar un paso, te romperé las piernas!

Luego gritó a Wálter, que estaba en la puerta: —¡Lleva a Angélica a su habitación!

Angélica apretó los labios, que temblaban involuntariamente, llenos de desilusión.