Conquistando al Hermano de Mi Exnovio romance Capítulo 83

Cuando Juana recibió la llamada de Angélica, estaba en la oficina de Martín, discutiendo los detalles del contrato legal.

Eran las ocho y media de la noche y las instalaciones de la Oficina de Diseño Arquitectónico Puerto Azul ya estaban vacías.

El ambiente en la oficina, tanto dentro como fuera, se sumía en una calma total.

La voz de Angélica se escuchó claramente a través del auricular.

Tras colgar el teléfono, Juana se levantó de prisa. —Martín, tengo que irme, lo demás lo discutimos mañana.

Martín vaciló por un momento antes de responder: —El contrato se firma pasado mañana, y todavía quedan muchos términos por definir. Si esto retrasa el proceso, el despacho podría perder esta oportunidad.

—Pero Martín, acabas de oírlo, ¡el papá de Angélica la ha encerrado! Necesito ir a rescatarla.

Juana habló con urgencia, preguntándose por qué Martín se mostraba tan reticente en ese momento.

—¿Crees que yendo allí podrás liberarla? ¿Crees que Eleazar la dejará ir solo porque tú lo pidas?— replicó Martín.

Es cierto que Juana tampoco estaba completamente segura de poder ayudar a Angélica.

A pesar de que la familia Herrera tenía una posición elevada, y ella era la Señorita Juana Herrera, Eleazar era una persona con mucha experiencia.

Sin embargo, aunque no estuviera segura, no podía simplemente abandonar a su amiga.

—Martín...

—Continúa con tu trabajo, yo me encargaré de esto.

—¿Eh?

Juana apenas pudo reaccionar antes de que Martín interrumpiera con sus palabras.

Martín ya se había puesto su abrigo negro largo y se dirigía hacia la puerta. —Iré yo a sacarla, tú quédate y termina lo que tienes que hacer. Recuerda, no pierdas el tiempo.

Al verlo acercarse a la puerta, Juana comenzó a reaccionar. —Martín, ¿no te sorprende que Angélica quiera romper su compromiso con Daniel?

Su reacción era como si ya estuviera al tanto.

Martín se volteó, la miró brevemente y luego fijó la vista en el teléfono que estaba sobre su escritorio, —Tienes un mensaje.

Volviendo al presente.

Martín echó un vistazo a la persona en el asiento del copiloto, con una expresión de confusión en su rostro, sus ojos húmedos reflejaban las luces de la calle.

El sonido de su voz fría y melodiosa volvió a llenar el auto. —Juana tiene un contrato legal muy importante que revisar, debe terminarlo esta noche, por eso me llamó.

—¿Juana te llamó?

Angélica estaba aún más desconcertada. Desde su perspectiva, no sabía nada sobre la relación entre Juana y Martín, así que no podía entender cómo Juana le habría pedido a Martín que viniera por ella.

Martín, sereno, giró el volante. —Si no me crees, puedes llamarla ahora, pero te advierto, ella no puede distraerse ni un segundo. Si hay algún problema con el contrato, su despacho podría enfrentar graves consecuencias.