Conquistando al Hermano de Mi Exnovio romance Capítulo 93

Angélica levantó la cabeza.

Brisa, con una expresión furiosa, vestida con un traje profesional y tacones altos, se apresuraba hacia ella.

El señor Norberto suspiró y murmuró en voz baja, —Viene alguien con quien es difícil tratar; ya sabía que sería complicado manejarla.

Angélica miró al señor Norberto con sorpresa.

Cuando Brisa se acercó y vio a Martín también allí, su expresión se volvió gélida.

Se detuvo de golpe, el impulso inicial de darle una cachetada a Angélica se apagó a medias.

Sin embargo, su actitud seguía siendo altiva, —Ya no trabajas en la empresa, ¿qué derecho tienes de criticar mis diseños? ¿Aún quieres interferir en el progreso de la obra? No será porque sabes que estoy a cargo del proyecto y quieres perjudicarme, ¿verdad?

—¿A cargo?— Angélica se sorprendió.

Hay muchos arquitectos en Grupo Herrera, y más aún, excelentes, algunos incluso han ganado grandes premios.

Brisa era solo una asistente de diseñador.

No tenía sentido que le tocara dirigir un proyecto.

Esto seguramente causaría descontento entre los demás diseñadores.

No había que pensarlo, tenía que ser Daniel quien lo permitiera.

No es de extrañar que el señor Norberto hubiera reaccionado así antes.

Al ver la sorpresa de Angélica, Brisa dijo con orgullo, —Cuando querías entrar al departamento de diseño arquitectónico, el presidente Daniel me eligió a mí, y ahora me ha dado la responsabilidad de este proyecto tan importante, ¿estás celosa?

—Pero los celos no sirven de nada, mi posición se debe a mi habilidad, ¿quién me manda ser más capaz que tú?

Angélica pensó en los problemas con los planos, y cómo el progreso había estado estancado aquí por días, y el señor Norberto acababa de decir que era difícil tratar con Brisa.

Eso demostraba que Brisa no se preocupaba por los resultados prácticos de la construcción, solo quería que sus planos no fueran alterados ni un poco.

Angélica sonrió, —Sí, ciertamente tienes habilidades.

Tiene la habilidad de hacer que Daniel pierda la razón.

Al oír las palabras de Angélica, Brisa se llenó de más orgullo, sin darse cuenta del tono irónico, y le dijo al señor Norberto con autoridad:

—Señor Norberto, ¿qué haces todavía aquí? Solo quedan cinco días para el plazo, si no terminamos a tiempo, la responsabilidad no será mía.

El señor Norberto, al escuchar que los planos ya tenían problemas y que Brisa quería evadir la responsabilidad, no pudo contener su ira, independientemente de si la ofendía o no, y dijo con firmeza:

—Señorita Brisa, para cumplir con el plazo solo podemos modificar esta parte y replanificar. ¡Debemos basarnos en la realidad!

—¿Mis planos... están bien, verdad?— Ante Martín, su confianza se moderó un poco.

Después de un largo momento, Martín habló pausadamente: —No hay problema.

Angélica se quedó perpleja, al igual que el señor Norberto.

Brisa sonrió satisfecha, —Entonces, eres impresionante.

Era evidente el problema y Martín dijo que no había ninguno?

Justo cuando Angélica iba a hablar, la fría voz de Martín sonó de nuevo: —Quiero decir, no hay una sola parte sin problemas.

La sonrisa de Brisa se congeló en sus labios, —¿Qué?

—En la Oficina de Diseño Arquitectónico Ciudad Oceánica, este tipo de planos ni siquiera llegarían a mis manos, serían filtrados en la revisión preliminar.— Martín dejó de mirar los planos, señalando todos los puntos que encontró inadecuados.

—Sin embargo, solo quedan cinco días de plazo, no hay tiempo para rehacerlos, solo se pueden hacer correcciones.

Instruyó a Angélica para que tomara un bolígrafo y marcara en el original los puntos que acababa de mencionar.

Brisa, a regañadientes pero sin atreverse a desafiar a alguien tan respetado, solo pudo observar cómo sus planos eran marcados con círculos rojos hasta que fueron irreconocibles.

Martín se dirigió al todavía asombrado señor Norberto: —Puedes informar esto a la compañía ahora.