Conquistando al Hermano de Mi Exnovio romance Capítulo 95

“Salieron juntos del pequeño bosque”, una frase que podría ser malinterpretada fácilmente.

Especialmente porque Martín lo escuchó.

Angélica lo miró una vez, manteniendo una expresión indiferente, como si nada de aquello tuviera que ver con él.

—No pienses mal, simplemente caminamos por el mismo camino y luego encontramos un valle donde estaban construyendo una casa en un árbol, así que nos quedamos un rato.

Eliminando cualquier malentendido entre ella y Martín, y omitiendo el hecho de que él la salvó y las discusiones que tuvo con Brisa, Angélica lo explicó de manera sencilla.

—¿Así que simplemente caminaron juntos por el mismo camino?— Samuel, siempre conciso, y sin preocuparse por empeorar las cosas, le preguntó nuevamente a Martín: —¿Es divertido caminar?

Martín, reacio a responder, dijo con voz tenue: —Camina y lo sabrás.

Samuel esperaba encontrarse con una mirada fría como una daga.

Aunque Martín normalmente no responde a sus bromas, esta vez sí lo hizo.

Parecía estar de buen humor.

Por la mañana, su actitud había sido fría como el hielo.

¿Qué le habrá pasado a Martín que él desconoce? Samuel estaba algo curioso, pero seguramente tenía que ver con el pequeño bosque.

Rosa tocó a Angélica y señaló con la barbilla hacia adelante, frunciendo los labios: —¿Cómo es que Daniel está aquí, y encima con esa mujer despreciable? Siempre nos los encontramos, como a cierta persona, ¡qué molesto!

Angélica levantó la vista y vio que no muy lejos de la fogata, Daniel estaba rodeado de gente hablando, y Brisa parecía estar presentándoles.

Las palabras de Rosa también llamaron la atención de Samuel, que miró hacia allá y luego se quejó: —¿Cómo es que incluso eso es motivo para insultarme?

Parece que Daniel notó su mirada y se giró.

Luego habló unas palabras con los demás y caminó hacia ellos.

—Martín suele estar ocupado con el trabajo, no esperaba que tuviera tiempo de quedarse a este tipo de eventos—, dijo Daniel con una sonrisa profunda.

Martín metió las manos en los bolsillos y sonrió levemente: —¿No es lo mismo para ti?

—Martín y Angélica estaban revisando los planos de diseño de Brisa, este proyecto es muy importante, por supuesto que tenía que venir—, explicó.

Después de eso, Daniel se acercó a Angélica y le sonrió con cariño: —Si te gusta aquí, puedo quedarme contigo unos días más.

Angélica evitó su mirada y dio un paso atrás: —No es necesario, mañana me voy.

—Entonces me quedaré una noche y te llevaré mañana por la mañana.

—Voy a regresar en el auto de Rosita, no te molestes.

El tono de Angélica era frío, realmente no podía ofrecerle a Daniel ni una mirada amable.

—Ofrecer llevar a mi propia prometida, ¿cómo podría ser una molestia?— Daniel no se inmutó por su frialdad, su voz suave llevaba un tono sonriente.

—Presidente Daniel, usted está muy ocupado, y como a mí me da sueño manejar largas distancias, es mejor que Angélica vaya conmigo. Ella puede hablar conmigo para mantenerme despierto.

Rosa encontró para Angélica una razón convincente, luego añadió: —Estamos un poco hambrientas, presidente Daniel, probablemente tenga cosas de qué hablar con el presidente Samuel, así que nos vamos primero.

Samuel entrecerró los ojos, esa mujer realmente sabía cómo deshacerse de los problemas.