Cuando el Amor Llega Tarde romance Capítulo 11

La voz de Pedro salió del celular, pero en su corazón ya no quedaba la ansiedad inicial que había sentido al escucharlo por primera vez.

Se frotó el entrecejo, permaneciendo en silencio durante un largo rato. Solo cuando un suave sollozo se oyó al otro lado de la línea, suspiró y habló con resignación, —Tomé tu caso y lo llevaré hasta el final, no te preocupes. No dejaré impunes a quienes usaron métodos ilegales.

Al final, Leticia intervino para ayudar a Pedro a calmar la tormenta.

Aunque no logró limpiar del todo su reputación de plagio, dio un escarmiento ejemplar enviando a varios de los que habían divulgado información privada de Pedro y le habían arrojado pintura a su puerta a pasar unos días detenidos.

Sin embargo, tras este episodio, comenzaron a circular rumores sobre la separación de Vicente y Leticia. Más exactamente, la noticia de su silenciosa partida fue la que se extendió como fuego.

Cuando Oscar y los demás se enteraron, no tardaron en convocar a Leticia. En cuanto llegó al bar, todos se acercaron rodeándola.

—Con razón Letty ha estado ocupada con el caso de Perico estos días. Vicente ni siquiera se ha molestado en buscarla… ¡Ahora resulta que por fin tuvo la decencia de hacerse a un lado! —dijo Oscar con un tono mordaz.

—Oye, Letty, ya que ese tipo te dejó en paz, ¿cuándo piensas volver con Perico? —bromeó otra de las amigas, arrancando risas entre los presentes.

Los comentarios iban y venían, pero Leticia no entendía del todo lo que decían, —¿Volver con quién? —preguntó confundida.

—¿Cómo que con quién? ¿No te gusta Perico? —La sorpresa cambió de bando, y ahora era el resto del grupo quien estaba atónito, —¿No piensas reconciliarte con él?

—¿Por qué debería hacerlo? —respondió Leticia, tomando una botella y dando un largo trago.

En su mirada se podía leer su frustración. En los últimos días había intentado de todo para encontrar a Vicente, pero todos sus esfuerzos habían sido en vano.

—Es mi novio. Llevamos cinco años juntos. ¿No sería lo más normal del mundo que me gustara?

—¿Que te gusta Vicente? Entonces… ¿qué pasa con Perico? —intervino Marco Martínez, quitándole la botella de las manos con un gesto decidido. Sus ojos estaban llenos de confusión, —Siempre pensamos que te gustaba Perico, que lo de Vicente era cosa de tu mamá, que te obligó a estar con él. Por eso intentábamos que pasaras tiempo a solas con Perico. ¡Y tú nunca te negaste! ¿Ahora dices que quieres a Vicente?

Leticia tomó otra botella de la mesa, la destapó y, reclinándose en el sofá, dejó que su cuerpo se hundiera en la melancolía. Había algo oscuro, casi derrotado, en su postura. Su voz estaba cargada de frustración mientras hablaba, —No lo sé… Lo único que sé es que desde el día en que se fue, siento como si me hubieran arrancado algo. No importa lo que haga, no puedo dejar de pensar en él.

Esperaba que sus amigos la comprendieran, que sus palabras despertaran algo de empatía. Pero cuando levantó la vista, lo único que encontró en sus miradas fue una mezcla de juicio y resignación.

Fue Marco quien rompió el incómodo silencio. Soltó una carcajada burlona, dejó la botella frente a ella y dijo con frialdad.

—Leticia Gutiérrez, te lo mereces.