Vanesa llama a Ares una y otra vez, que le envía un mensaje que está en una reunión y no puede contestar. Desesperada, se escabulle por el parqueadero del edificio coma para escapar de Joseph, quién tiene rodeado cada punto del edificio por donde ella pueda escapar, pero la sigue de cerca sin que ella se dé cuenta. Vanessa toma un taxi y se dirija a Walton's Car, con la firme intención de hablar con Ares sobre El guardaespaldas que ha puesto a su servicio.
apenas llega la empresa, va hacia la oficina de su novio, donde Lina le informa de mala gana que está en una reunión en la sala de juntas, y sin dudar se dirige allá, pues lo que menos le interesa es que esté o no ocupado, para ella lo único que importa es convencer a Ares de que despida a Joseph, y buscar la manera de huir nuevamente.
a lo lejos divisa la sala de juntas, cuando ve salir a Aurora de allí, y un minuto más tarde sale Ares, que tiene una leve sonrisa en el rostro que la molesta. Se cruza de pasillo, evitando a Ares.
—¿ Así que estabas en una reunión? Esa era la razón por la que no me contestabas. ¡ m*****a monja! Ya verás...
—¡Hola! — se dirige a un empleado que está sacando varias copias.
—¡Hola, señorita!
—¿Podría decirme dónde puedo encontrar a Aurora Hermswort?
—¿ Aurora Hermeswort?
—¿ Sí... Una mujer delgada, insípida y sin gracia que trabaja aquí... Tiene el cabello extremadamente largo, ojos azules, y es hermana de una tal Adriana...
—¿Ah? se refiere a la señora Aurora, Aurora Walton, la esposa del director general. Pero ella no es insípida, por el contrario, creo que jamás habíamos visto una mujer tan bonita. El jefe tiene mucha suerte.... Aunque se rumora que no se llevan bien, porque él la engaña. —Comenta ingenuamente el muchacho despertando la ira y los celos de Vanessa.
—¿Sabe o no sabe dónde encontrarla? —Le pregunta la mujer de muy mala gana, asustando al joven que es un pasante que tiene poco de haber ingresado.
—Si... Sí señora, en el área de ventas. Ella es la gerente.
—Y dónde queda su oficina?
—Piso 10. Al final del pasillo.
la mujer que lo mira con desprecio se dirige de mala gana hacia la oficina de Aurora, donde encuentra a una joven en un cubículo parecido al de Lina, y asume que es la secretaria.
—¿La bruja de tu jefa está?
—¿Disculpe? —Pregunta la muchacha sorprendida con la actitud de la mujer que ya había visto antes con Ares, y de inmediato asume que no debería dejarla pasar.
— señorita, no sé a quién Busca, pero mi jefe no es ninguna bruja.
—¡Ja! Pero que altanera. ¿ Aurora, está o no está?
—No, no está...
—Mentirosa... Seguramente está allí adentro y me la estás negando, ¡igualada! —Intenta entrar a la fuerza pero es detenida por Magdalena, que con una velocidad impresionante sale de su cubículo y se pone en la puerta impidiéndole el paso.
—¡No puede pasar!
—¿Cómo que no puedo? ¿Quién te crees que eres para impedirme alho? ... ¡Quítate! —Intenta quitarla de mala gana, y el alboroto no solo llama la atención de empleados y clientes que están allí, sino también la de Aurora, que escucha los gritos mientras firma algunas órdenes de compra, y de inmediato sale a ver qué pasa.
Abre las puertas y observa la escena sorprendida. Vanessa zarandeando a Magdalena.
—¿Qué está pasando aquí?
—¡Ja! Hasta que por fin te dignaste a salir. —Le dice Vanessa que suelta a Magdalena que está a punto de llorar y Aurora va hacia ella para ver cómo está.
—¿Estás bien? —Le pregunta mientras la ayuda a sentarse en su cubículo.
—Sí señora. Discúlpeme que no pude hacerme cargo de esta... Señorita.
—No te preocupes, yo puedo lidiar con ella, pero gracias.
—Señora, ¿quiere que le avise al Señor Ares? Yo sé que esta es... Ya sabe... —No se atreve a decir la palabra amante
—Yo puedo sola Magdalena, al señor no hay que informarle nada. Por favor, Tómate algo y Cálmate.
—¿Querías hablar conmigo? —Se dirige a Vanessa que está cruzada de brazos y la mira como si fuera muy poquita cosa. Le hace un gesto con la mano para que entre a la oficina, y la mujer se burla.
—¡Qué haremos con la gran ejecutiva! ¿Qué haces aquí? ¿Orar por los pobres? —Grita delante de todos los presentes y entra a la oficina de Aurora.
—Señores.... Aquí no hay nada que ver... Vuelvan a su trabajo, por favor. —Se dirige dulcemente a los empleados. —Y mis disculpas por este pequeño impase. —Se dirige a un par de clientes que estaban observando la escena, y uno de ellos centra su atención en la hermosa mujer de penetrantes ojos y tranquilo semblante.
—Disculpa... —Llama la atención de Magdalena, el hombre que se interesa en Aurora
—Dígame señor
—¿Todo está bien?
—Sí, es solo una clienta difícil pero mi jefe sabrá lidiar con ella. No se preocupe. —Se excusa inteligentemente la chica.
—¿Cuál es el nombre de tu jefe?
—¡Aurora Walton!
—¿Walton? ¿Acaso es familiar de los Walton?
—¿Mo Está enterado, señor? —Le pregunta Magdalena, como si fuera algo obvio. —Es la esposa del señor Ares. Nuestro director general... —Así que Ares por fin heredó. Ya veo... Su esposa... Comenta el hombre que acaba de llegar de Europa Después de varios meses fuera del país, y planeaba reunirse con Jazmine Para ofrecerle algunos de sus diseños, jamás imaginó que se encontraría con tantos cambios, en la gran Walton's Car.
El hombre que se dirige a la oficina del director general, es anunciado por la secretaria
—Señor, disculpe que lo moleste, pero es que ha venido a verlo el señor Esteban Brown.
— Dile que pase Lina punto se alegra Ares Al escuchar el nombre de su gran amigo de infancia. Entra el hombre junto a otro un poco más delgado, que parece ser su asistente.
—¡Esteban?!
—¡Ares!
—Que gusto verte...
—Igualmente. Me alegra saber que por fin te estás haciendo cargo del negocio familiar.
—Sí... Y también que te casaste... Aunque ni siquiera me invitaste. Eres un mal amigo.
—Lo siento. La verdad mi madre fue la que organizó todo.
—¡No importa! Solo bromeaba... Aunque debo admitir que siento algo de envidia, tu esposa es hermosa...
—¿Conociste a Aurora?
—Bueno, tanto como conocerla... ¡No! Pero sí la vi, justo cuando venía para acá. Estaba teniendo un altercado con una chica rubia de muy mal carácter, muy bonita también, pero algo grosera.
—¿¡Qué!? —Pregunta Ares quién recibe un mensaje de Joseph.
*Vanesa fue a tu empresa, es hora de arrinconarla...
De inmediato cae en cuenta de que Vanesa está molestando Aurora y sin pensarlo dos veces sale a detenerla.
—Esteban, tengo que dejarte un momento, por favor no te vayas...
—Tranquilo. Aquí estaré. Dice el hombre que siente algo de curiosidad por la pareja de esposos. Seguro de que la rubia escandalosa es más que una cliente difícil, pues los empleados comentaban entre sí que era la amante de Ares.
* * *
Aurora, que entra a su oficina, observa Vanessa sentada en su silla, mirando de mala gana los papeles sobre su escritorio.
—¿Qué haces aquí Vanesa?
—¿No es obvio? He venido para ponerte en tu lugar. —Se levanta y tira todo lo que hay en el escritorio, pero Aurora ni siquiera se inmuta.
—¡Quiero que dejes en paz a Ares, zorra! O no respondo de mí...
—Si es todo lo que viniste a decir. Felicidades ya me quitaste —Mira su reloj. —2 minutos de mi tiempo. Ahora lárgate, hay personas que sí tenemos cosas que hacer... —Le dice y la mujer se acerca a ella y le da una bofetada, que Aurora llena de ira le devuelve dos veces.
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