Agus
Están pasando cosas muy raras y siento que podría estar relacionado con mi padre desde que regrese siento que alguien me sigue y que alguien está moviendo cosas en mi apartamento, si le cuento esto a Zac me veré como un loco hasta podrían meterme en un manicomio por eso he tomado una decisión.
— Señor, he dejado todo listo para el evento de la noche y traje conmigo a algunos postulantes para el puesto de guarda espaldas, estos son sus currículos — me avisó Karla una de las chicas que siempre dejó encargada del bar.
Es muy responsable y real, no encuentro eso fácilmente en los trabajadores. Eran 6 personas, cinco chicos y una chica de inmediato mi atención se fue para la chica, siempre he pensado que las mujeres están más atentas a lo que pasa alrededor además de ser más rápidas.
— Nora, dice que sabes defensa personal, prácticas boxeo, sabes manejar un arma y tienes muy buenas recomendaciones—dije sorprendido al leer su currículum.
La chica me sonrió con orgullo, pero al terminar de leer me di cuenta de que no podía cuidarme.
— Pero tienes gatos... i am sorry, pero soy alérgico, descartada— dije inmediato.
La última vez que tuve alergias dure un mes en el hospital sin poder respirar bien, no voy a repetir eso.
—Pero...—intento hablar la chica.
—Pero nada, gracias por venir, acompáñala a la entrada— le pedí a Karla.
¿Cruel? No, antes sí que lo era ahora solo soy directo y amable con el que se me dé la gana.
— Tú... Alberto dice que hablas Alemán Ich mag keine Lügen ¿Qué dije?—pregunte con el presentimiento que era una total mentira.
Su cara se puso pálida, se mordió el labio con nerviosismo, sus expresiones demuestran lo obvio.
— Podrás tener la fuerza y habilidad, pero no me gustan los mentirosos, vete— le ordene molesto.
No me pueden mentir, a mí no, mi padre me enseñó a mentir muy bien y no se le puede mentir a un mentiroso.
— El rubio, tú y tú fuera— pedí de inmediato al ver que esos chicos no tenían experiencia.
¿Creen que por tomar esteroides y andar en gimnasio ya son capaces de proteger a alguien? Que imbéciles son.
Solo queda... mierda, nunca me había sentido así.
— ¿Te conozco de algún lado?— pregunté de inmediato.
Me quedé en blanco al ver al chico enfrente de mí, sus tatuajes adornan todo su brazo derecho hasta su cuello, su ropa es ajustada lo cual me permite ver qué trabajo muy bien su cuerpo, sus ojos son confusos parecen azules, pero al mismo tiempo verdes, se nota la barba recién afeitada y varias cicatrices en su cuello y manos.
Pero su físico no es lo que me impacto, siento algo extraño algo que nunca había sentido como si lo conociera de antes.
— No— respondió.
Vamos Agus, no pierdas el rumbo, mantén a tu mente atenta.
— Boxeo, hockey sobre hielo, fútbol americano, lucha libre, artes marciales, gimnasia... la lista es larga aquí dice que eras militar y uno con muchos reconocimientos ¿Por qué retirarte?— pregunté sorprendido al ver el sello de certificación.
Se ve real, solo vi esto en unas pocas ocasiones porque mi madre guardaba los papeles militares de mi abuelo.
— Por mi madre, murió hace unas semanas y me pidió que buscará otro rumbo— confesó con los puños apretados y sin ninguna expresión en su rostro.
Había dolor en su mirada, un sentimiento real.
—Contratado, te coloco en contexto la paga es muy buena, tienes que acompañar a todos lado incluso quedarte en mi casa porque siento que alguien está entrando a ella mientras yo no estoy— le comencé a explicar— Soy gay así que si eres homofóbico o alguna vaina estúpida similar tendrás que ahorrarte los comentarios— le advertí.
Este asintió sin ninguna expresión de desagrado, solo espero que este chico logré hacer bien su trabajo porque de algo estoy seguro mi padre está dispuesto a matarme para el quedar en libertad.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: DESVIADO (COMPLETO)