Devoción apasionada: la querida esposa del Maestro Fudd romance Capítulo 1051

Una vez que Yanny y Cindy se cambiaron al uniforme del personal, se dirigieron a la sala VIP888 con el alcohol que pidieron.

Yanny miró la lista de pedidos. 'Increíble, unos cientos de miles de dólares en una noche de alcohol. Las salas VIP de este bar seguramente ganan dinero solo con las bebidas'.

Yanny no pudo evitar burlarse: “Este Cameron Yaeger que te gusta, sí que es extravagante”.

Cindy respondió sin tapujos: “Él es una celebridad de renombre, ¿no es normal que pida bebidas que cuestan unos cientos de miles de dólares?”.

Eso era cierto, ya que Shayne cambiaba constantemente sus coches, y cada uno de los coches costaba más de unos millones. Era más costoso que cualquier clase de alcohol.

¡Toc! ¡Toc! ¡Toc!

Yanny y Cindy llamaron a la puerta.

Había mucha gente en la habitación. Cameron era el cumpleañero, así que invitó a un grupo de amigos.

Una de las chicas lindas escuchó los golpes en la puerta y dijo: “Creo que son nuestras bebidas. Abriré la puerta”.

Cindy estaba al frente y Yanny la seguía por detrás. Ella bajó un poco la cabeza porque temía que Cameron la reconociera.

Lo bueno era que la habitación estaba poco iluminada y ruidosa. El sonido de la máquina de karaoke era fuerte y la habitación estaba hecha un desastre, por lo que nadie las notó.

Yanny y Cindy llevaron la bandeja y se inclinaron para colocar las bebidas de la bandeja sobre la pequeña mesa de café.

“Señor Yaeger, todas sus bebidas están aquí. Pase su tarjeta en el punto de ventas”.

Cameron sacó su tarjeta, la deslizó y firmó.

Cindy levantó la cabeza y fingió ser una fanática. Miró a Cameron conmocionada. “Señor Yaeger, e… eres la famosa estrella de cine Cameron Yaeger, ¿verdad? ¡He visto muchas de tus películas y novelas! ¡Eres mucho más apuesto en persona! ¿Puedo tener una foto contigo?”.

Cameron se sorprendió por un rato, luego bromeó: “Señorita, ¿eres una paparazzi?”.

“¡No… no lo soy! ¡Realmente soy tu fanática!”.

A Cameron no le importó y dijo generosamente: “Bueno, hoy estoy de buen humor, así que tomemos una rápida”.

El corazón de Cindy inmediatamente estalló de alegría. Su ídolo tenía tan buen temperamento. Inmediatamente sacó su celular y encendió su aplicación de cámara de belleza.

¡Se acercó a Cameron y se tomó bastantes fotos con él!

¡Este era el famoso Cameron Yaeger parado justo frente a ella! La mano de Cindy tembló mientras tomaba las fotos.

¡En las fotos, la sonrisa de ella era tan amplia que las comisuras de sus labios casi llegaban a sus sienes!

Cuando terminó, Cindy dijo con sinceridad: “Señor Yaeger, no te preocupes, editaré las fotos muy bien”.

Cameron bromeó: “¿Estás diciendo que no soy lo suficientemente guapo, que mis fotos tienen que ser editadas?”.

“¡No, no! ¡Eres lo suficientemente hermoso! ¡Incluso frente a la cámara, sigues siendo extremadamente guapo!”.

Una chica que estaba sentada en el sofá dijo: “¡Cameron, déjalas ir, es hora de cortar el pastel!”.

Cindy tomó su celular, sonrió y dijo de manera halagadora: “Sí, sí, nos iremos de inmediato. No los molestaremos. Oh, por cierto, Señor Yaeger, ¡feliz cumpleaños!”.

Cameron sonrió cortésmente y respondió: “Gracias”.

En una esquina, un par de ojos agudos estaban mirando una figura.

Shayne no esperaba que Yanny estuviera trabajando aquí en el bar.

Durante los últimos seis meses, la vida debió haber sido dura para ella desde que ella lo dejó. Incluso tenía que trabajar a tiempo parcial en un bar.

Con ese pensamiento, Shayne de repente ya no estaba enojado y estaba inexplicablemente contento.

Al ver la mala situación en la que se encontraba después de dejarlo, se sintió aliviado.

Justo cuando Cindy terminó de tomar fotos con Cameron y arrastró a Yanny para irse, la voz baja y fría de un hombre sonó de repente desde la esquina de la habitación, “Esperen”.

Cindy y Yanny estaban perplejas.

'¿Por qué me suena tan familiar esta voz?', pensó Yanny. Inconscientemente volteó la cabeza y miró. Inmediatamente se encontró con un par de ojos negros, profundos y cínicos.

Shayne.

El corazón de Yanny saltó un latido y al instante sintió un cosquilleo en el cuero cabelludo.

'¿Por qué soy tan desafortunada como para encontrarme con mis enemigos constantemente?'.

Cindy, naturalmente, también notó a Shayne. Se quedó boquiabierta e inconscientemente se tapó la boca.

¿Cómo podían olvidar que Shayne era uno de los amigos más cercanos de Cameron? Cameron estaba celebrando su cumpleaños, por lo que había una gran posibilidad de que Shayne también estuviera allí.

Al ver sus reacciones, Cameron miró a Shayne y le preguntó: “¿Qué…? ¿Se conocen?”. Fue solo entonces cuando Cameron las evaluó.

'Increíble, ¿esta no es Yanny Joy?'.

Cameron de repente se dio cuenta de que algo emocionante estaba a punto de suceder.

Shayne descruzó las piernas y se sentó erguido, pero eso todavía no podía ocultar su aura dominante. Miró a Yanny con picardía. Frunció el ceño ligeramente e instruyó con impaciencia: “¿Por qué estás parada allí? Sírvenos las bebidas”.

Cindy inmediatamente fue a abrir la botella de alcohol.

Sin embargo, los ojos de Shayne seguían fulminando a Yanny. “Me refería a ella. No te lo pedí a ti”.

Cindy sonrió incómodamente. Ella quería rechazarlo y decir: “Señor, ¿no es lo mismo quién sirva el alcohol?”. Sin embargo, ella no se atrevió a hacerlo.

Yanny tiró de la mano de Cindy. Respiró hondo, miró directamente a Shayne y dijo: “Nuestro bar no incluye servicio de descorche. Tendría que dar propina por eso”.

Shayne sonrió con tristeza y pensó: 'Hmph, incluso tienes que pedir propina para el servicio de descorche'.

Él sacó un fajo de billetes y lo arrojó sobre la mesa. “Abre el alcohol, sírveme y dame de comer. El dinero será tuyo”.

El fajo de dinero era de más de 30 mil dólares.

Yanny pensó que sería un desperdicio no tomarlo. Después de todo, solo era abrir una botella de alcohol.

Ella abrió la botella de alcohol con un abrebotellas y vertió el alcohol en un pequeño decantador frente a Shayne.

Una vez que estuvo lleno, Yanny vertió el alcohol del decantador en un vaso. Acercó el vaso a la boca de Shayne.

En la habitación poco iluminada, ella se acercó a él, y con una voz suave que solo ellos dos podían oír, dijo: “Amo Shayne, bebe”.

Entonces, Yanny levantó las cejas en señal de provocación.

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